Se trata de James Mollison un fotógrafo keniata, autor de un espectacular trabajo bibliográfico donde a través de unas estremecedoras fotografías relata las historias de los niños de diferentes países y clases sociales del mundo, a través de la imagen de su dormitorio. En estas imágenes se refleja la carencia o abundancia de estos niños relacionando esto con la problemática social de esta época.
Precisamente el este hecho fue lo que hizo a Mollison reflexionar acerca de lo que significa en la mente de un ser humano su dormitorio durante su infancia. ”Me descubrí pensando en mi habitación: cuán insignificante fue durante mi niñez, y cómo reflejaba lo que tenía y quién era. Se me ocurrió que una forma de abordar las complejas situaciones y problemas sociales que afectan a los niños sería mirar sus habitaciones en todo tipo de circunstancias”, confiesa Mollison.
Roathy, de 8 Años, vive en las afueras de Phnom Penh, Camboya. Su casa se ubica en un enorme basurero. Su colchón está hecho de neumáticos viejos. Cinco mil personas viven y trabajan allí. A las seis cada mañana, Roathy y otros cientos de niños se duchan en un centro de caridad antes de empezar a trabajar, buscando entre la basura latas y botellas de plástico que después venden a una empresa de reciclaje. El desayuno es a menudo su única comida del día.
Indira, siete años, vive con sus padres, hermano y hermana, cerca de Katmandú, Nepal. Su casa tiene una sola habitación, con una cama y un colchón. Para dormir, los niños comparten el colchón en el suelo. Indira ha trabajado en la cantera de granito local desde que tenía tres años. Hay 150 niños que trabajan en esa cantera. Indira trabaja seis horas al día y luego ayuda a su madre con los quehaceres del hogar. También asiste a la escuela, situada a 30 minutos a pie. A ella le gustaría ser bailarina cuando sea mayor.
Kaya, de 4 años, vive con sus padres en un pequeño apartamento de Tokio, Japón. Su dormitorio esta repleto, desde el suelo hasta el techo, de ropa y muñecas. La madre de Kaya le confecciona todo su vestuario: tiene 30 vestidos y abrigos, 30 pares de zapatos y numerosas pelucas. Su madre gasta $1,000 mensual en su guardarropa.
Syra, de 8 años, pertenece a la tribu de los Bassari y vive en Senegal. En la aldea creen que el alma que Syra fue robada por los espíritus malignos después de que su madre tratara con un brujo. Debido a esto, a Syra no se le permite dormir bajo el mismo techo que cobije a una mujer en edad de procrear; lo hace con su abuela.
La casa de este chico anónimo duerme en un colchón de un descampado de las afuera de Roma. Su familia llego desde Rumanía en autobús, tras mendigar dinero para pagar los billetes. Cuando llegaron a Roma, acamparon en un terreno privado del que les echo la policía. No tienen papeles, luego no pueden conseguir un trabajo legal. Sus padres ganan dinero limpiando en los semáforos los parabrisas de los coches a cambio de la voluntad de los conductores. Nadie en su familia ha ido nunca a la escuela.
Jasmine, de 4 años, vive en una gran casa en Kentucky, EEUU, con sus padres y sus tres hermanos. Su casa esta en el campo, rodeada de terrenos agrícolas. Su dormitorio esta repleto de coronas y bandas que ha ganado en diferentes concursos de belleza. Ha participado en mas de 100 competiciones. Gasta su tiempo libre ensayando todos los días con su preparador las escenografías de los concursos. De mayor quiere ser estrella del rock.
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