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jueves, 26 de abril de 2018

El Síndrome de la Víctima





Estamos en una época en donde el hecho de apelar a los buenos sentimientos del prójimo se ha convertido en una forma de manipular al otro, de convertir algo tan indignante como la lástima en más indignante todavía. Esto lo vemos no solamente en las relaciones interpersonales sino en el ámbito de las relaciones internacionales, en la cosa política y en cualquier entorno en donde el hombre se relacione con el mundo. Cuando una persona busca inspirar la lastima del mundo, está poniendo en juego su dignidad, su amor propio, y tal parece que hoy en día la dignidad vale mucho menos que un objetivo, tal parece que la dignidad, el amor propio y la moral están muy por debajo que beneficios económicos, que el reconocimiento por parte de la comunidad internacional, y aún peor, está muy por debajo de la sed de venganza. 


La ignorancia (en parte) y por otro lado, el desconocimiento del mundo en asuntos como los conflictos en Medio Oriente, hacen a Occidente vulnerable de caer en la trampa de la victimizacion de quienes usan el tema de las guerras para llegar a nuestros países libres, llamando a la lastima y a la conmiseración para debilitar así el instinto y la intuición para infiltrarse de forma engañosa y querer imponer sus leyes antidemocraticas. Pero también la victimizacion se usa en el ámbito de la política y las leyes, cuando crimínales buscan conmover usando enfermedades y toda suerte de tretas para salir bien librados de un merecido y justo castigo. Este es un claro ejemplo que estámos viendo en nuestros países, en donde el “perdón” de ser una expresión sublime pasa a ser una estrategia burda con la cual quieren manipular al pueblo, apelando a los nobles sentimientos, para luego subyugarlos. 


La Paz no se alcanza con engaños, ni con representaciones teatrales en donde los crimínales pretenden usar la lastima y la victimizacion para poder lograr lo que buscan, al no haberlo logrado con la violencia y las acciones ilegales. La tolerancia ilimitada en lugar de hacerle un bien a las sociedades, le están haciendo un daño irreparable, ya que se les están dando armas a los intolerantes. 

miércoles, 25 de abril de 2018

¿Que fue lo que realmente pasó con el USS Maine?


Hoy se cumplen 120 años de la Guerra entre España y Estados Unidos por el hundimiento del USS Maine en la bahia de La Habana. Lo que realmente paso fue una farsa y una manipulación. El 15 de febrero de 1898 el acorazado estadounidense explotó en el puerto de la Habana, dejando como resultado la muerte de dos oficiales y 250 marineros, y más tarde el número de muertos ascendió a 266 (de una tripulación de 392 personas). Tras una investigación se llegó a la conclusión que la explosión había sido ocasionada por una mina colocada en la parte posterior de la nave. Se acusó a España de sabotaje y la prensa amarillista tuvo gran influencia en lo que más tarde ocurriría. El Gobierno español negó su responsabilidad en el hecho argumentando que de haber sido una mina la causa de la explosión, se habría visto una columna de agua. El 25 de abril comenzó la guerra que dejó 65 mil muertos (5.000 del bando estadounidense y 60 mil de bando español). La verdad saldría a la luz años más tarde cuando se descubrió que además del USS Maine, muchos navíos, tenían las calderas y las carboneras situadas junto a los depósitos donde se almacenaban municiones, pólvora y los proyectiles de las armas, separadas unas de las otras otras por un fino tabique. Si el carbón se encendía por combustión espontánea, calentaba las paredes y provocaría una explosión. La USS Maine cargaba carbón bituminoso con alta reflectancia y alto contenido volátil, es decir más propenso a sufrir una combustión espontánea. La humedad también contribuyó a ello, ya que el barco había pasado los últimos tres meses anclado en la estación naval de Key West (Florida) y sus alrededores donde el clima tropical se caracteriza por los altos niveles de humedad. A día de hoy, numerosos historiadores confirman que lo que ocurrió con el USS Maine fue tan solo un accidente, y fue la prensa estadounidense que controlaban los magnates Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst, quienes manipularon a la opinión pública estadounidense para que apoyase la guerra contra España. 


Fuente

Manipulando la historia, Eric Frattini