Exorcismo del Albaycin

Quizás uno de lo más dantescos casos de exorcismos, que comenzó como una sesión espiritista terminando en el más brutal de los crímenes contra Encarnación Guardia. Este hecho provoco todo un reguero de polémicas que aun siguen latentes en la ciudad de Granada. Un claro ejemplo de los peligros que puede ocasionar una obsesión por una posesión demoniaca y el fanatismo es la terrible historia de aquel exorcismo en el barrio de Albaycin.

Ha sido uno de los fenómenos paranormales  que han quedado sin una explicación científica satisfactoria, al menos para muchos. El cuerpo de Encarnación Guardia sufrió todo tipo de vejaciones. Según informes se contorsionaba hasta límites increíbles. El cuello giraba casi 360º y los ojos giraban también cada uno en sentido contrario. Hablaba lenguas extrañas y su voz cambiaba a una voz de ultratumba.

Según los mismos habitantes, el barrio Albaycin es un lugar marcado por las historias de espiritismo y de muertes violentas y de encuentros entre humanos y demonios.

Todo comenzó cuando Encarnación trabajaba en Francia, en un hotel. El dueño de dicho hotel hacía ciertas prácticas espiritistas y luego de una orgia ella piensa que ha quedado embarazada  del demonio. Cuando regresa a Granada su obsesión crece con más furia todavía convenciendo de esto a sus primas y al curandero.

En Febrero de 1990, la ciudad de Granada se levanta consternada por la brutal muerte de Encarnación Guardia en la más macabra ceremonia de exorcismo. Según el escritor Manuel García Blázquez, hubo una serie de factores que probablemente pudieron ser los causantes de tan dantesca escena:

1-. La víctima estaba convencida que estaba poseída por el demonio, y que dentro de ella llevaba un feto de Lucifer, convirtiéndose en una idea que la tenia obsesionada.

2-. Mariano Vallejo, curandero y vidente que intervino directamente con el exorcismo pudo haber tenido algún tipo de trastorno paranoide.

A raíz de la muerte de José Guardia, primo de Encarnación comenzaron a desatarse fenómenos Poltergeist, y los habitantes de aquella vivienda se convencen entonces que el demonio habita en su hogar, por lo que deciden realizar una sesión de exorcismo para expulsar al maligno.

Según el Psicopatólogo Forense Rafael Santiago De la Torre, lo ocurrido fue así como un coctel donde intervinieron factores como:

-La superstición, el tabú, el mito.

- Un personaje de corte narcisista, poderoso, podríamos decir que omnisciente inclusive como Mariano Vallejo, quien convence a los familiares y a Encarnación de realizar el exorcismo.  

El principio del exorcismo transcurrió por causes normales hasta que de repente Encarnación entró en un extraño trance. Su voz cambió, comenzó a gritar y a arrastrarse en el suelo como si fuese un reptil, diciendo una y otra vez que era el mismísimo Satanás. En algún momento donde parecía recobrar la lucidez dijo haber sido miembro de diferentes sectas satánicas y que pensaba que Lucifer habitaba dentro de ella.

El Dr. García Blázquez asegura que todo cuanto se vio pudo ser comprobado científicamente:

-       La voz de hombre provoco un gran edema en las cuerdas vocales.

-       Lesiones ligamentosas en el cuello muy importante que fueron producidas por los movimientos en el cuello que parecían los de una peonza.  

-       Los síntomas que más adelante presentaría por la gran cantidad que había ingerido.

Pensando que con una extracción manual podría sacarle el feto a Encarnación deciden calentar una aguja e introducírsela a por la vagina, según la escritora e investigadora Carmen Porter.

Aquella noche de locura terminó con la muerte de Encarnación, pero los fenómenos extraños no acabaron allí. En el solitario Instituto Anatómico Forense de la ciudad de Granada no hubo forma de retratar ni de hacer un video del cuerpo de la finada.

El cuerpo inerte de Encarnación permanecía en la fría mesa metálica con la cara aún decentada mirando como desde otro mundo al impresionado doctor. Posiblemente el demonio nunca estuvo en el cuerpo de Encarnación, pero el misterio se quedo en su cuerpo enterrado en el cementerio de la ciudad granadina.