Uno de los casos de exorcismos mas macabros y dantescos que hubiese leído jamás. Aquel 1990 tatuó en la memoria de muchas personas una historia que aún hoy sigue siendo tabú. Han pasado 19 años desde aquello que aconteció en una vivienda en la localidad albaceteña de Almansa (España), un domicilio que quedo marcado por la más terrible desgracia ocurrida jamás.
Hasta donde puede llegar la locura motivada por la ignorancia y la superstición de una madre para atentar contra su propia hija como lo hizo aquella Rosa Gonzalvez. Esta historia sobrecogió a la opinión pública española de la época. ¿Qué fue lo que paso por las mentes de Rosa Gonzalvez, y sus dos amigas?
Para muchos investigadores lo ocurrido el 18 de Septiembre de 1990 en la localidad albaceteña fue el crimen más horrendo cometido en España. Un suceso que conmociono a la España de comienzos de la década de los 90´s. una madre asesino cruelmente a su hija de tan solo 11 años en el transcurso de un exorcismo, creyendo que estaba embarazada del maligno.
El género humano es absolutamente imprevisible. Este caso nos lleva a recordar aquella película protagonizada por Mia Farrow y dirigida por Roman Polansky en 1968. Película que trajo consigo el más dantesco crimen jamás recordado, perpetrado por la secta La Familia liderada por Charles Manson. Los afiches promocionales eran muy sencillos y directos, la oscuridad y un coche de niño…La Semilla del Diablo (The Rosemary´s Baby).
Esa misma semilla de terror se encontraba, según Rosa Gonzalvez, en el cuerpo de su hija Rosa Fernández de 11 años, quien vivió hasta aquel Septiembre 18 de 1990 en la localidad de Almansa ubicada en Albacete. Ojos arrancados, evisceraciones, espiritismo, extraños Salmos, una habitación con sangre, y ante todo una niña. Estamos ante el hecho criminal más espantoso conocido en tierra ibérica.
Aquel 18 de Septiembre de 1990, una niña de 11 años sufrió la agonía mas terrible de la que se tiene noticia, su madre se ensaño con su cuerpo en un extraño ritual, decía actuar en nombre de Dios. Rosa Gonzalvez a quien apodaban “La Curandera”, llevaba varios días obsesionada por la presencia del maligno, lo percibe en todas partes, pero especialmente en su hija. Percibe que el mal emana en su interior y que es preciso liberarla, pero va a necesitar ayuda…
Es por esto que ha convocado a su mejor amiga Mª Ángeles y a la hermana de esta, Mercedes, para una escalofriante sesión. La pequeña observa asustada como las tres mujeres bailan y cantan a su alrededor, de pronto….se detienen y la agarran con fuerza mientras que la madre se aproxima dispuesta a extraer de su cuerpo la semilla de Satanás. El horrible dolor hace que la niña pierda el conocimiento cayendo en un profundo coma.
Las tres mujeres se turnan para seguir vaciándola y depositan las vísceras sobre una manta mientras besan sus crucifijos. Ana la hermana de Rosa (la madre), consigue, tras muchos esfuerzos que le abran la puerta. La habitación está destrozada, y las mujeres parecen haberse desgarrado la ropa durante el trance. Por algunos segundos Ana contempla horrorizada el cadáver de su sobrina hasta que las 3 mujeres se abalanzan sobre ella.
Ana sufre lesiones graves en los ojos, pero puede repeler el ataque, evitando correr la misma suerte que la inofensiva niña. Mercedes fue liberada por no haber participado directamente en los hechos, pero a pesar de que Rosa y Mª Ángeles fueron absueltas por enajenación mental son enviadas a un centro psiquiátrico. Pero, ¿habían perdido realmente la razón?
El psiquiatra forense, Dr. José Cabrera asegura que cuando la locura, la ignorancia y la superstición se mezclan suele formarse un coctel mortal. Según el investigador de lo paranormal Francisco Pérez Caballero, la madre piensa que la niña está embarazada luego de su primera menstruación, que al ser irregular, a la primera falta la madre la interpreta como un embarazo.
La pequeña confía en su madre, pero según las investigaciones de Carmen Porter, Rosa Gonzalvez ya había intentado en otras ocasiones hacer exorcismos con otros niños sin éxito alguno, y en aquella casa la única persona indefensa que estaba era la pequeña Rosa, y es precisamente con ella con quien realizan este grotesco exorcismo.
Los habitantes de Almansa no quedaron satisfechos con la resolución judicial, para ellos la supuesta falta de consciencia de las implicadas no era suficiente explicación para aquel espantoso crimen. La casa que habitaba Rosa Gonzalvez y su familia no volvió a ser habitada, ni siguiera pudo ser vendida, y se encuentra en las misma condiciones que la dejaron los profesionales que realizaron el levantamiento del cadáver, nadie quiere vivir allí.
La noticia golpeo como un martillo en las consciencias de los albaceteños, pero para un hombre supuso un punto de acento en su carrera, el Dr. Federico Gómez, quien colaboró en la inspección del lugar de los hechos, practico la autopsia de la victima así como entrevisto en su momento a las imputadas horas después del crimen.
Según el doctor Gómez, la madre de Rosa Fernández presentaba un cuadro psicótico que la llevo a tener aquel cuadro delirante y esos pensamientos, y junto con la ignorancia y la superstición propia de la localidad de Almansa, fueron factores claves.
Existen reportes que en Londres se han encontrado casos de niños del Congo y de Argelia que son tratados en rituales, ya que se han hallado torsos flotando en el Támesis. Cientos de niños africanos desaparecen en Londres cada año.
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