Narcolepsia (Sindrome de Gelineau), se trata de un trastorno del sueño que se convierte en una verdadera pesadilla para quien la padece. Se trata de un extraño trastorno incapacitante que produce devastadores efectos psicosociales principalmente en adolescentes y adultos jóvenes. La Narcolepsia es una dramática enfermedad que de momento no tiene cura, provoca que el afectado se quede profundamente dormido varias veces en el día cuando menos se espera.
Las causas de este mal es un completo enigma, que no solo afecta a nivel personal, sino que hace a la persona más propensa a los accidentes laborales e inclusive a los accidentes automovilísticos. Este desorden neurológico es poco diagnosticado debido a la tardanza de los pacientes en consultar a un especialista. La mayoría de los narcolépticos deciden acudir a un medico muchos años después de presentar los primeros síntomas. El mecanismo del sueño es un proceso sumamente complejo y poco comprendido, de ahí la dificultad para hallar una cura medica definitiva llevando a la persona a sufrir frecuentes crisis que terminan causando terribles consecuencias.
Los investigadores han descubierto que hipotálamo de los pacientes con Narcolepsia producen una cantidad mínima de orexina, un neurotransmisor fundamental para la regulación del sueño. Sin orexina se podría estar dormido de forma natural todo el tiempo. La línea de investigación actual se centra en hallar un método para suministrar esta substancia a los pacientes con narcolepsia y así controlar las constantes y siempre molestas crisis narcolépticas.
La historia de Jacqueline, una joven británica, es un caso realmente sobrecogedor. Con apenas 8 años de edad le diagnosticaron Narcolepsia. Se estima que en el Reino Unido padecen de Narcolepsia unas 20 mil personas. Jacqueline ahora de 24 años de edad, sufre de constantes caídas que son el síntoma más grave de su estado. Kate Liddle, la madre de Jacqueline se había dado cuenta de que algo no andaba bien con su hija. “Jacqueline se caía de la silla y no la podíamos mantener erguida, no controlaba las piernas y parecía un muñeco de trapo”, afirma Kate.
“Es como si todos los músculos se relajaran y caes al suelo sin más”, asegura Jacqueline en una entrevista con el programa español Documentos TV. Estas caídas inesperadas de los narcolépticos son conocidas como Cataplexia. Jacqueline no se cae por haberse quedado dormida, sino porque su cerebro perdió el control de sus músculos sin motivo aparente. Esta parálisis es normal en una persona mientras duerme, pero a Jacqueline esto le ocurre a cualquier hora del día.
Durante la pubertad Jacqueline tenía estas crisis 50 veces al día tras experimentar emociones fuertes como la sorpresa o la risa. En 1997 fue remitida al Dr. Zubary, neurólogo infantil del hospital pediátrico de Yorkhill en Glasgow. El Dr. Zubary grabo a Jacqueline mientras que ella jugaba con sus primas y se desploma sin poder levantarse. Hoy día con una serie de tratamientos Jacqueline ha podido controlar su mal, las crisis que sufre son menos frecuentes, y su calidad de vida ha mejorado notoriamente.
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