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domingo, 4 de enero de 2015

Lili Klandensky: Sobreviví a la Shoah (Introducción)

La historia siempre tiene alguien que la escribe, pero también tiene alguien que la motiva. Tuve la oportunidad de conocer una de esas tantas historias que se cocinaron durante la II Guerra Mundial, y que hacen parte de ese odio ancestral que ha llevado al genocidio de un pequeño Estado que en el año 70 d.C se vio obligado a salir de sus tierras y que desde entonces ha vivido en la diáspora y que no fue sino hasta el 14 de mayo de 1948 cuando muchos de ellos decidieron volver a lo que siempre fue de ellos. He escrito tanto sobre el pueblo judio,  porque es que hay demasiado que decir sobre ellos, y un artículo no es suficiente para describir su fascinante historia. En las redes sociales vemos el sinnúmero de comentarios antisemitas, vemos como distorsionan la historia, como la niegan y como la manipulan. 

El antisemitismo ha sido calificado como una forma de racismo, pero el judaísmo realmente no es una raza, porque existen judios blancos, judios negros, judios asiáticos, el judaísmo es una familia descendiente física de Abraham, Isaac y Jacob. Desde el principio de la historia, Satanas ha buscado la forma de hacer quedar como un mentiroso a Dios, a través del exterminio del pueblo hebreo, la Biblia da testimonio de esto. Y no es que Satanas sienta un odio por el pueblo hebreo, sino porque ha buscado superar a Dios, y hacer quedar a la Biblia como una fábula. Apoyar el antisemitismo es buscarle pelea a Dios. Pero así como existe un interés satánico por exterminar al pueblo judio también existe un interés político y mas aun en el Medio Oriente en este tiempo. 

Para el pueblo Arabe la presencia de Israel en la región es sin duda alguna una espina en el ojo, algo que resulta incomodo, por lo que los musulmanes no solo están dispuestos a quitarse la espina sino a sacarse el ojo, y no les importa. A lo largo de la historia el pueblo judio ha escuchado un sinnúmero de amenazas de exterminio, desde los tiempos de Abraham, desde los tiempos de Moises, durante los tiempos de Aman el perverso, hasta nuestros días. El mundo no necesita una excusa o un argumento para odiar al pueblo judio, el mundo los odia simplemente porque son judios y mientras que lo sean ese odio permanecerá. Al mundo hoy poco le importa que los musulmanes asesinen, no respeten las libertades, sean enemigos de la democracia, mientras que sean enemigos del pueblo judio, el mundo apoyará al islam aunque se ponga en riesgo la democracia de Occidente. 

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