El Carnicero de Lyon: Klaus Barbie

Klaus Barbie también fue conocido como "el carnicero de Lyon", se trato de uno de los más terribles miembros al servicio del Nacional Socialismo en Alemania. En 1934, cuando tenia 19 años de unió a las SS y en 1937 se convirtió en miembro del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Barbie fue destinado a la Oficina de Asuntos Judíos y enviado a Ámsterdam, y más tarde, en mayo de 1942, a Lyón, Francia.

Siendo jefe de la Gestapo Local se ganó el apodo de "El Carnicero de Lyón". Fue acusado de numerosos crímenes, incluyendo la captura de cuarenta y cuatro niños judíos escondidos en la villa de Izieu, y la tortura y posterior muerte de Jean Moulin, el miembro de la Resistencia francesa de más alto rango jamás atrapado por los nazis. El envío a campos de concentración de 7.500 personas, 4.432 asesinatos y el arresto y tortura de 14.311 combatientes de la Resistencia son de alguna manera atribuidos a su actividad o a la de sus subordinados. A consecuencia de la derrota del régimen Nazi, Barbie fue protegido y empleado entre 1945 a 1955 por las agencias de inteligencia británica y estadounidense, quienes utilizaron sus habilidades "policiales" para reprimir la resistencia izquierdista a la ocupación británico-americana de Alemania.

En 1951, Barbie huye primero a Argentina y luego a Bolivia junto a su familia a través de "rat lines" de la Iglesia Católica (rat lines eran rutas de escape organizadas tras la Segunda Guerra Mundial para que criminales de guerra nacionalsocialistas y fascistas pudieran huir y evitar ser enjuiciados por los crímenes que habían cometido). Estando ya en Bolivia estableció en La Paz, donde se dedicó al narcotráfico y vivió bajo el alias de Klaus Altmann. Posteriormente participaría en varios golpes de estado como el de Luis García Meza. En 1983, Barbie fue arrestado en Bolivia y posteriormente deportado a Francia, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua por sus crímenes, entre ellos las deportaciones de 800 personas, incluidos 44 niños judíos. En 1991 cuando tenía 77 años murió de leucemia en una penitenciaría francesa. Sus restos fueron enterrados en Cochabamba (Bolivia).