Powered By Blogger

viernes, 6 de noviembre de 2015

Nuevo Caudillismo


Colombia se ha caracterizado por ser un país cuya política y cuyas instituciones se ha personificado en el caudillo o en el cacique, es decir, en una figura mesiánica que está allí para salvar a la población civil, pero que realmente estaríamos hablando de  la tiranía de la minoría. En Colombia nos hemos acostumbrado a esa figura mesiánica de los poderosos censurando las democracias o deformándolas según la conveniencia de los caciques que son a la final quienes tienen agarrado el sartén por el mango. Colombia entonces no es del pueblo, es propiedad de los apellidos, de la clase política que pone sus necesidades por encima de los derechos civiles. En pleno siglo XXI ha nacido un Nuevo Caudillismo, que usando argumentos color de rosa han barrido y trapeado la moral y los valores en nuestra sociedad. 

Con este Nuevo Caudillismo podemos hablar nuevamente de la tiranía de la minoría, cuando son estas mismas minorías quienes quieren imponerse como si sus derechos fueran los únicos que deberían ser tomados en cuenta, pasándose por la faja las leyes y más concretamente el artículo 44 de la Constitución Política de Colombia en donde deja claramente asentado que Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás., o bien la acomodan a su conveniencia. Lo que quiere decir que para que estos Nuevos Caudillos tengan sus derechos van a pasar por encima de los derechos de los demás e imponer lo que ellos creen que esta correcto como si fuera un imperativo y que no lo es para la sociedad que tiene unas reglas previamente establecidas. 

Este Nuevo Caudillismo, a diferencia de los anteriores, no han usado su poder político, sino el poder que da usar la fachada de las víctimas de una sociedad implacable que han sabido manipular al gobierno para lograr lo que quieren, no porque se sientan discriminados sino para demostrar al resto del mundo que ellos pueden llegar donde quieran aún usando cualquier arma y que los niños terminan siendo ese trofeo que se pelean, porque ese es el objetivo, ganarse un trofeo y demostrar que tienen el poder, por encima de lo que digan los conservadores, la iglesia, y peor aún, las leyes. Ya no sólo se trata de la pelea por el poder político, esto va más allá, es el afán de hacerse notar, ya no de que los acepten sino de imponerse, y cuando no es así se sienten rechazados, relegados e incluso humillados, para terminar creando compasión. Estos Nuevos Caudillos no es solo a través de discursos casi que interminables que atacan, es a través de desfiles estrafalarios llenos de pelucas de colores, antifaces en donde exigen beneficios ignorando los derechos ajenos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.