Con frecuencia
cuestionan a los cristianos que apoyamos la causa sionista, a quienes no tienen
en sus venas sangre judía y a quienes la tenemos en una pequeña dosis casi
imperceptible, pero que esta presente en todo momento de nuestras vidas, porque
ya sea dentro de una iglesia evangélica, o una iglesia católica, o dentro de un
grupo de oración donde leemos las sagradas escrituras, mismas que narran la
historia del Israel bíblico, pero que también narran la historia de un rabino
que fue rechazado por su propia gente, pero que aunque muchos católicos y
cristianos evangélicos se empeñen en separar la naturaleza judía de Jesucristo,
este nació como un judío, celebro las fiestas de su pueblo, uso la kipá, el
talit y durante 33 años que fue lo que duro en la tierra en su casa se prendió la Menorah durante el
Chanuckah. El cristiano que apoya la causa sionista no esta buscando ser judío,
sino pasarse al bando de Dios, hacer lo correcto independientemente de lo que
digan los políticos y uno que otro representante de cualquier ministerio.
A lo largo de
este año he redactado una gran cantidad de artículos defendiendo la causa
sionista y atacando el antisemitismo, me basado en diverso material tanto israelí
como de occidente, y se como piensa occidente respecto a la causa sionista, así
como hay muchos que la apoyan otros mas bien optan por no apoyar atacarla. Hace algunos días
una sinagoga en Jerusalén fue atacada por el terrorismo islámico, este fue uno
de los tantos y tantos ataques del pueblo palestino en contra de Israel. Tengo
frente a mí una imagen probablemente de un rabino aun con su talit en un salón
ensangrentado, y me pregunto: ¿Donde están aquellos que defienden los Derechos
Humanos? ¿Donde están aquellos que condenan el crimen, el terrorismo? En esta
oportunidad no me importa narrar una historia triste y desafortunada, sino
protestar contra la eterna y absurda ceguera que condena a occidente a la
injusticia, y ese sin duda el antisemitismo.
Para los musulmanes
una forma de honrar a Ala es morir siendo mártires, pero también exterminando a
sus enemigos, cosa que la ley judía desde Moisés lo prohíbe de manera tajante
“No mataras”, y precisamente esta ley que Jehová le dio a Moisés, el pueblo
gentil la adopto a através del cristianismo, cuando Jesús nos indujo a amar a
nuestro prójimo, y esto implica respetar la vida de todos aquellos que nos
rodean. Las imágenes de los judíos asesinados, la talit, la Torah , las paredes y los
pasillos ensangrentados no se diferencias de los ataques a los guetos por los
cosacos en la Rusia Imperial
de fines del siglo XIX, las pilas de cadáveres de los campos de concertación,
los cuerpos incinerados de las Torres Gemelas (9/11) y de los ataques a la Embajada de Israel en
Argentina y la Amia ,
y aun así en occidente cuando se trata de judíos los que supuestamente aman a
Jehová prefieren condenar al pueblo defensor de la Yihad que aun pueblo
defensor de la paz.
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