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lunes, 21 de octubre de 2013

¿Qué es realmente un apóstol?

El concepto apóstol desde el punto de vista etimológico, histórico y sobretodo doctrinal y bíblico ha sido mal utilizado. Luego de un estudio no solo filosófico pero también histórico presento a continuación un análisis del origen etimológico de la palabra "Apóstol". 
¿Qué es realmente un apóstol?

La Biblia describe la palabra apóstol como algo de vital importancia, sobretodo en el Nuevo Testamento. Jesucristo escoge a sus discípulos y elige a doce de ellos, probablemente habían más, y todo como resultado de una profunda oración. Llamo a esos doce discípulos , Apóstoles. La palabra Apóstol tiene que ser entendida desde lo mas profundo desde su etimología y origen. La palabra Apóstol viene de la palabra griega Apostello, pero en el idioma hebreo es sheliach en el plural sheliachjim que significa enviado, embajador, repartidor de correspondencia, en pocas palabras, cartero. La palabra Apostellos en el idioma griego, es clave de entenderla, porque la mayoría del Nuevo Testamento fue escrito en idioma griego y no en un solo tipo de idioma griego sino en varios, el ático, el jónico y el tolomaico, entonces la palabra Apostellos hay que entenderla en el idioma griego para el Nuevo Testamento. 

La palabra Apostellos no fue inventada por Jesucristo, fue utilizada por primera vez en la literatura griega por uno de los mas conocidos filósofos, Platón, quien fue el primer filósofo en la historia que patentiza la palabra Apostellos o Apóstol. Para este filósofo socrático la palabra Apostellos tiene vital importancia. En su libro La República, Platón describe todas las formas posibles de gobierno sobre la faz de la tierra, habla del significado de la palabra Democracia, que proviene de dos palabras griegas: Demos y Cratos que significan El Gobierno del Pueblo, así como oligarquía, tiranía, monarquía, todos esos términos de la política están descritos por Platón en su libro de La República, pero para él era deseo describir la sociedad griega que él conocía y los grupos sociales que la conformaban. Coloco a la cabeza a los gobernantes del imperio griego, y en la base de la pirámide coloco Platón a las clases bajas, en la última categoría menciona a los orfebres, a los artesanos, a los pequeños campesinos, a los alfareros y en ese mismo grupo social, prácticamente mezclado con los esclavos, menciona a los Apostellos. 

Para las culturas ecuatorianas, peruanas y bolivianas es más fácil entender este termino, puesto que era lo que los nativos llamaban Chasquis, en la cultura precolombina y colombina. Para los Incas, los Chasquis eran los encargados de repartir la correspondencia , recorrían grandes distancias a pie y la dejaban en un punto intermedio para que otro recibiera el mensaje y lo llevara hasta otro sitio y así que llegara a su destino. Hay que notar que en aquel tiempo no existían empresas de correos, ni siquiera habían caballos en aquella región del mundo, dado que esto llegaría con los españoles. En los términos de la filosofía, de la cultura y de la política griega, el Apóstol era un súbdito del Imperio Griego, que estaba en uno de los rangos más bajos de nivel de la sociedad griega o la sociedad helena. 

A la caída del Imperio Griego tras la muerte de Alejandro Magno o Alejandro El Grande, el Imperio Griego se dividió en cuatro partes, tal como el profeta Daniel lo había hablado, y surge como resultado de su caída un nuevo imperio, el Imperio Romano, pero este no surge sin antes haber succionado toda la filosofía griega, por eso es que hasta el día de hoy se estudia el Imperio Romano junto con el Imperio Griego y se habla de una cultura Greco-Romana, es decir que los griegos y los romanos formaron una simbiosis, una mezcla casi indisoluble. 
Dentro de la cultura romana la palabra Apóstol cambia de dirección, ya no describe al hombre de la clase baja solamente sino que la palabra Apostellos se describe en la cultura romana desde el punto de vista militar. Para los romanos la figura más alta de la sociedad en el imperio era el Emperador, a quien los romanos llamaban El César, y era considerado además de un representante de los dioses, también era considerado una divinidad, por ende servir al Cesar era servir a un dios. La mas grande aspiración de un hombre en el Imperio Romano era llegar a ser soldado en el ejercito romano  estar dispuestos a vivir, matar y morir en honor al César. Este episodio tiene gran trascendencia porque el Imperio Romano logro gobernar todo el Medio Oriente, y en los días que Jesucristo vivió los romanos gobernaban sobre Israel y lo tenían sometido. Cuando los fariseos le preguntan de forma capciosa y malintencionada si era lícito pagar impuestos al César entonces el responde: Dad al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es del Dios. Si Jesucristo les hubiese dicho que no pagarán tributo al Cesar, hubiese sido tomado como un acto subversivo y terrorista y lo hubiesen matado en ese mismo instante. El Cesar era el dios de los romanos, por lo que servir al Cesar era servir a una divinidad. 

En la cultura romana era un privilegio formar parte del ejercito romano, en aquel tiempo no había un servicio militar obligatorio, era algo muy selectivo, por lo que si un joven quería pertenecer al ejercito tenia que presentarse ante el Tetrarca, quien era encargado de regentar en gobernar en nombre del Imperio Romano cuatro ejércitos, y le daban una carta que debía llevar a un sitio, pero además de la carta le daban un mapa y le decían que camino debía de tomar, y siempre era zona de conflicto. Si el joven llegaba vivo, quedaba en el ejercito, es como en el ajedrez, es preferible perder a un peón que perder a la reina, por lo que envía a un soldado raso. Si lograba llegar con vida era recibido en el ejercito romano en calidad de Apóstol, entonces la terminología Apostolleo tenia un significado militar, describiendo aquel que estaba iniciando su carrera militar en el nivel más bajo. Podemos decir entonces que en el filosofía griega, en la cultura romana y en la Biblia el Apóstol era el de mas bajo nivel. Hoy día se ha tergiversado el concepto de Apóstol desde el punto de vista no solo doctrinal pero también histórico. 

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