Expediente Warren: Annabelle Parte 2

Otra historia no menos escalofriante, relacionada con el Expediente Warren. Donna festejaba su cumpleaños junto con Angie una compañera de estudios. Su madre le envía una muñeca de la línea de productos infantiles que estaban de moda en aquel entonces. Aunque el personaje de la muñeca fuera creado hacía 50 años, la muñeca era un juguete atractivo y valorado aun por mujeres y por coleccionistas, convirtiéndose en rápidamente en su muñeca preferida. Pero aquella muñeca no era una muñeca ordinaria, tenia algo especial, la muñeca se cambiaba de posición, algo que Donna no le dio mucha importancia al principio, pero con el transcurrir de los días las posiciones de la muñeca eran cada vez más extrañas, con los brazos cruzados, o las piernas, sentada sobre la cama, y es cuando el estado alterado de Donna empieza a hacerse visible.

¿Cómo podía moverse la muñeca? La no solamente se movía sino que ahora se desplazaba, y lo mas extraño, escribía. Donna y su amiga encontraron algunos papeles arrugados en los que la muñeca habían escritos mensajes en los que decía: "ayuda". Las chicas trataron de buscar una explicación lógica, teniendo en cuenta que la muñeca es un objeto inanimado, por lo que pensaron que se trataba que alguien entraba en el apartamento y les estaba jugando una broma pesada, por lo que pusieron papeles, marcas en las puertas que delatarían si alguien hubiera entrado en su ausencia, pero nada se movió, ni la puerta ni la ventana se abrieron.... lo único que se movió fue la muñeca, por lo que decidieron llamar a una médium que les asesorara. 

La médium al ver la muñeca, les transmite un mensaje claro, se trata del espíritu de una niña de unos 7 años llamada Annabelle, una niña que hace años murió y que a través de la muñeca trata de comunicarse con Donna y Angie. Las chicas tratan de tomarse el acontecimiento de la forma más comprensiva posible y empiezan a tratar a la muñeca como a la niña poseída. Lou, el novio de Donna, incrédulo de todo, hacia broma sobre la muñeca y les recomienda a las chicas deshacerse de la muñeca, es entonces cuando Lou comienza a sufrir asfixiantes pesadillas cuya macabra autora es la muñeca. Lou se despertaba con arañazos al rededor del cuello. Todos querían deshacerse de la muñeca. Al no saber qué hacer, Donna se comunica con Ed y Lorraine Warren. Cuando estos acuden y analizan a la muñeca les transmiten una mala noticia: la muñeca no está poseída por una niña de siete años, sino por una presencia maligna, por un demonio con ganas de apoderarse de Donna. Por lo que los Warren deciden llevarse la muñeca al museo que tenían en su casa. Durante el viaje de ida, el coche de Ed sufrió un accidente en el cual los dos estuvieron a punto de morir, lo que corroboraba la presencia maligna, el demonio aún estaba vinculado a la muñeca. Por suerte, pudieron llegar a salvo al museo donde decidieron encerrar a la muñeca en una urna de cristal bajo llave para que nadie pudiera tocarla.