En el año de 1991, en la localidad de Caseyville, en Illinois, Cindy Sarro se muda a esta localidad juntó con sus dos hijas pequeñas de 9 y 7 años. La infancia de Cindy no fue fácil realmente, siendo muy pequeña su padre la abandono y años más tarde su padrastro fue asesinado delante de ella. Los sucesos se centran cuando ella llega a aquella casa con sus dos hijas y su novio Jake. Poco antes de llegar a esa casa sufre un accidente que la deja afectada de la columna y no puede trabajar por lo que comienza a recibir un subsidio y compra aquella casa que era el sueño de su vida.
Las familias que habían vivido antes allí no habían sido testigos de ningún tipo de fenómenos por lo que el foco de estas apariciones era ella, ya que en ella se centra la mayor parte de aquellos fenómenos. Muchos meses antes de comprar aquella casa, comienza a sufrir de terribles pesadillas y al comprar aquella casa se da cuenta que aquellas pesadillas toman lugar precisamente en aquel lugar. Un muro es el punto de donde salen todos estos fenómenos. Las luces se encendían y se apagaban. El perro se negaba a entrar a la casa, y un vecino que vivía con su familia en una casa-carro comenzó a adoptar una extraña actitud, amenazaba a su familia y a los demás vecinos. Algo tenia aquella casa, probablemente una presencia demoniaca que inquietaba no solo a los que vivían en ella sino a los vecinos.
Una energía desconocida se había apoderado no solo de la casa sino de las vidas de quienes vivían cerca de ella. Las hijas de Cindy estaban aterrorizadas de todo cuanto estaba ocurriendo, y una de las niñas comenzó a sufrir de posesiones que provocaban en ella comportamientos como de posesión. Jake, también estaba siendo víctima de los fenómenos que estaban tomando lugar en aquella casa, y una noche intentó asesinar a Cindy, pero la policía llego a tiempo para evitar una tragedia. A pesar de que Cindy no levanto cargos, Jake no podía ingresar a la casa. Cindy estaba convencida que Jake, al igual que sus hijas también estaba poseído.
Las pesadillas de Cindy eran cada vez más frecuentes y más terribles, por lo que decidió mudarse con su madre y buscar ayuda espiritual, y entonces un sacerdote accedió ayudarla a ella y a su familia. El sacerdote realizo un exorcismo pero este no surtió efecto, lo que hizo fue empeorar la situación, lo que obligo a Cindy a abandonar la casa definitivamente. Varios meses después, otra familia compro la casa y se mudaron casi enseguida alegando que su pequeña hija había experimentado un extraño fenómeno con aquella diabólica presencia.
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