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sábado, 30 de enero de 2010

El Sustituto: Los crimenes de Wineville


Portada de la pelicula El Intercambio
Quizás el caso más terrible de comienzos del siglo XX, dio lugar en Los Ángeles, en 1928. Es terrible para una madre perder a un hijo, pero es sorprendente que un niño a quien una madre asegure no tener parentesco alguno con él, la abrace y le diga mamá. Esta historia puede tener tintes de ciencia ficción, pero la realidad es que la realidad muchas veces supera la propia imaginación. 
Escena de la pelicula con Angelina Jolie
En el 2009, el director estadounidense Clint Eastwood produce la película El Intercambio, donde en 2 horas y 17 minutos se condensa la terrible historia de Christine y Walter Collins, una historia que jamás se resolvió, y que la verdad sobre el final del pequeño Walter Collins sigue siendo un completo misterio. 



Walter Collins
La policía en aquella época ocupo un papel importante en el desarrollo de los hechos. Según el criminólogo y profesor de la Universidad de Valencia, Vicente Garrido, si la policía no le hubiese dado mayor peso a la opinión pública ni a los éxitos que se adquirieron a raíz de aquel error probablemente la historia hubiese sido otra y el final de Walter Collins fuera otro.
Era el mes de marzo de 1928 cuando todo comenzó con la simple desaparición de Walter Collins, un pequeño de 9 años. Christine Collins, la madre hace la respectiva petición de búsqueda a la policía. Esta fue una época muy difícil para la opinión pública, ya que la policía estaba acusada de corrupción, por lo que había una enorme presión para resolver este caso. 
Christine Collins
Christine era madre soltera y hasta cierto punto muy avanzada para su época. Había criado sola a su hijo, y él era el motor que la mantenía en pie. En julio de aquel mismo año y luego de 5 meses de búsqueda, la policía le avisa a esta desesperada madre que su hijo finalmente ha aparecido y que esta esperándola en la estación del tren, ya que fue hallado en Colorado. Christine había esperado este momento con gran ansia, pero al llegar a la estación descubre que el pequeño que la espera no es su hijo. El policía le pregunta al pequeño su nombre, y el niño insiste en que se llama Walter Collins. Christine se niega a llevarse al niño, pero el policía prácticamente la obliga a llevarse al supuesto Walter a su casa. resulta un tanto absurda la idea que aquella madre sabiendo que el niño que le presentan como suyo en realidad no lo es, y aún así se lo lleva.
Arthur Hutchins, el niño impostor
Hay que entender un detalle, en aquella época (años 20) la mujer se encontraba en una posición de desventaja porque no tenía derecho a tomar decisiones y en particular Christine tenía que enfrentarse a la opinión de la prensa, las autoridades oficiales, etc.
En ese momento, cuando ella se lleva al niño no cuenta con la avaricia del policía responsable del caso. Christine decide buscar pruebas que desmientan la versión del niño impostor y del policía. Walter había tenido un tratamiento de ortodoncia, por lo que fue donde el dentista del niño para que este le diera las pruebas dentales y un certificado por escrito.
También busco testigos, amigos y gente que la conocían a ella y a su hijo para que ellos también certificaran que aquel niño no era Walter Collins. La propia Christine descubrió que este pequeño era mucho más bajo que su hijo.
En una pared Christine había medido a su hijo el día que desapareció, y estaba la prueba en lápiz, pero nada que esto sirvió. El policía responsable, no iba a permitirse pasar por el bochorno de un error cometido y nunca remediado. 
Christine exige la continuación de la búsqueda de Walter, porque el problema era que mientras que el policía encargado del caso no aceptara el error cometido, el caso iba a permanecer cerrado y resuelto. Ante la situación que ponía al policía al borde del abismo, el decide acusar a Christine de loca y la llevan al pabellón de psicopatía del Hospital General (Los Ángeles).
En aquella época solo bastaba una petición policía para que una mujer fuera encerrada, sin otro tipo de documento o justificación policial, solo con la decisión tomada por parte del jefe. A los diez días de haber sido internada Christine Collins, el niño reconoce que en realidad no es Walter Collins, que su verdadero nombre es Arthur Hutchins, y enseguida Christine es dada de alta del psiquiátrico. 
Arthur Hutchins era un niño proveniente de una familia desestructurada, había huido en varias ocasiones de su casa, y realmente no había nadie que lo echara de menos. En aquella época el cine comienza a ser una realidad extraordinaria en las vidas de muchas personas y estaba a punto de nacer el cine sonoro. Hutchins estaba obsesionado con Tom Mix, actor de películas de vaqueros.
Alguien lo confunde con Walter Collins, y él se aprovecha de esta situación para poder viajar a Los Ángeles y así conoce a su ídolo. En escena también aparece Sandford Clark, un joven adolescente de 15 años que le confiesa a la policía haber estado ayudando a Gordon Stewart Northcott, su tío a matar niños en la granja de gallinas propiedad de su tío, y que Walter Collins estuvo allí como prisionero de su tío. 
Gordon Stewart Northcott, asesino de la granja



TRAILER



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