El Caso de Jordan Brown

Los casos de los niños asesinos nunca dejan de sorprendernos, su crueldad a pesar de estar en una edad en la que debe reinar siempre la inocencia. El problemas que debo resaltar en este caso es que los padres piensan que le están haciendo un bien a su hijo cuando les regalan armas que según ellos usaran para actividades de caza. 

A los niños hay que enseñarles el valor de la vida, desde un animalito hasta el valor de la vida humana. Un niño que comienza maltratando a los animales muy seguramente acabara maltratando a una persona. Quien tiene un arma es porque la va a usar. 

Jordan Brown en aquel entonces tenía 11 años, pero fue juzgado como si fuera un adulto a pesar de su edad tras haber sido acusado del asesinato de la novia (prometida) de su padre: Kenzie Marie Houk (de 26 años) en Wampum, Pensilvania. La fiscalía general del condado presentó cargos en el juzgado del estado bajo la acusación de homicidio.  

A pesar de ser menor de edad Brown fue tratado como una persona mayor de edad. Luego de pasar mas de tres años en un correccional de menores en Erie, Pensilvania, el 13 de abril de 2012 fue declarado culpable y el 8 de mayo del año siguiente anularon la sentencia alegando "abuso palpable de la discreción".

Todo ocurrió el 20 de febrero de 2009

Houk tenia ocho meses de embarazo en el momento de su muerte mientras dormía en su granja de Pensilvania, cuando el joven Jordan le disparo por la espalda. A consecuencia del crimen también murió el niño nonato. Su hija, una pequeña de 4 años, tras presenciar la escena alertó a unos jardineros tres cuartos de hora después mientras que la hermana de esta, de 7 años tenía que ir al colegio.

El fiscal general del Estado declaró que la víctima falleció tras recibir disparos de bala de una escopeta del calibre 20. El objeto fue un regalo de navidad que le hizo su padre a Jordan. La policía Estatal de Pennsylvania encontró un cartucho gastado cerca de la ruta que Brown caminó con la hija mayor de Houk para llegar a su autobús escolar.