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martes, 30 de agosto de 2011

Herschell Gordon Lewis, el padre del Gore


 Uno de los grandes exponentes del género del horror, ha pasado a la historia como el padre del Gore. Herschell Gordon Lewis, egresado de la facultad de periodismo de la universidad de Illinois, comenzó como profesor de lenguas contando con tan solo 20 años de edad, siendo más joven que algunos de sus alumnos. Gordon Lewis también tuvo experiencia en medios de comunicación como director de emisoras de radio y canales locales de televisión, pero el dinero no era suficiente, así es que decidió hablar con David F. Friedman quien tenía una pequeña agencia distribuidora, y realizó sus primeros dos films, y es así como Friedman y Gordon Lewis se hacen socios.
Mientras que Gordon Lewis se encargaba de la producción y la dirección, Friedman se encargaba de la distribución y promoción de los films, influyendo en el trabajo de Gordon Lewis. La sociedad Friedman-Gordon Lewis comenzó dirigiendo Cine fantástico pero al poco tiempo este género se vio sobresaturado, y necesitaban hacer algo nuevo. Mientras que veían una película de gangsters pensó que la forma como morían las personas cosidas a balazos sin derramar una sola gota de sangre no era real, el bombillo se le enciende y el Gore nace como género.


 



















Con poco más de US$24.000, en 1963 ruedan Blood Feast. Aquella sangrienta carnicería recaudo varias veces su presupuesto, en 1964 realizaron otro film repleto de sangre, se trataba de 2000 Maniacos, que fue un éxito aunque no logró la taquilla de Blood Feast. Ante el éxito de las dos películas anteriores, en 1965 se rueda Color Me Blood Red, que sería el último film rodado por la pareja Friedman-Gordon Lewis. Tras críticas negativas de los seguidores de Friedman, Gordon Lewis se retira temporalmente, y vuelve en 1970 con The Wizard of Gore y en 1972 con su último film Gore, Gore Girls, poniéndole film a 12 años de carrera como director, y es cuando comienza a dedicarse a la publicidad, siendo uno de los más solicitados.
 Experimentando sobre otras posibilidades del gore, Lewis rinde tributo en 1968 al teatro de grand guignol montando una serie de espectáculos en un teatro que compró en Chicago y al que bautizó como el Blood Shed Theatre. En ese lugar proyectaba sus propios filmes y durante los intermedios, un grupo de actores masacraba de manera simulada a unas go-go girls confundidas entre el público asistente.


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