No se puede explicar el secreto de la existencia; no consiste solamente en vivir sino saber para que se vive. La cuestión en la vida no es saber mucho sino olvidarse de poco. No hay peor nostalgia que añorar lo que nunca jamás existió. Todo está predestinado en las estrellas, cada momento, cada dolor, cada situación en la vida está definido por un catalogo cósmico.
Nada de lo que sucede en este mundo es casualidad, siempre tiene una razón. ¿No se han preguntado porque está usted leyendo este articulo, o porque razón tiene el trabajo que tiene, o porque se mudo de casa, o porque se enamoro de su pareja?, o, para los más pesimistas, ¿Por qué de su empleo lo trasladaron lejos de sus amistades a otra ciudad que no le gusta?
¿Cómo pueden unas estrellas tan grandes y tan lejanas saber tanto de nosotros que ante sus ojos somos tan pequeños? Hace pocos días, entre a un café que hay en el Downtown de Vancouver, me estaba tomando algo caliente mientras que leía el libro “El Cartel de los Sapos” de Andrés López López “Florecita”, quien perteneció al Cartel del Norte del Valle, y en una mesa cercana se sentaron dos mexicanas, lo note por su acento.
Comenzaron hablando de un chico que era algo así como el novio de una de ellas. El joven es canadiense y tal parece que le pidió matrimonio, aparte de las obvias razones por las cuales la gente se casa, para que ella pudiera hacerse ciudadana. La chica en cuestión había salido de su natal Veracruz luego que a su hermano lo asesinaran y está solicitando refugio aquí en Canadá.
A la chica la había visto anteriormente en las oficinas de G.T. Hiring (una empresa que colabora con el Ministerio de Hacienda y desarrollo social de la provincia de British Columbia), donde me daban hasta hace un mes el buspass (pase mensual de transporte público) como parte de un programa de ayuda del gobierno para quienes no tienen empleo o no ganan lo suficiente para subsistir.
Yo, aun cuando seguía enfocada en la lectura pude escuchar la conversación de las dos jóvenes evitando ser sorprendida. Cuando las jóvenes abandonaron el lugar saque de mi cartera TNA mi libreta de notas en donde anote mis conclusiones sobre aquella conversación entre amigas.
Esa es una prueba sencilla que la historia de cada uno de nosotros está escrita en las estrellas, y que al final todo cuanto nos ocurre tiene su propósito final. ¿Sera una cuestión del destino o que nuestra historia estaba ya escrita mucho antes de nosotros nacer? Las preguntas del por qué y para que estamos en este mundo son muy frecuentes, porque quizás no sabemos comprender nuestra misión.
Y es que Anna había nacido para salvarle la vida a su hermana Kate que llevaba desde muy pequeña sufriendo de leucemia. Anna fue concebida por ingeniería genética, y desde muy pequeña ha sido utilizada como el único remedio que pueda mantener a la débil Kate con vida.
Kate sabiendo los efectos secundarios que tantas intervenciones le pueden traer a su hermana le pide a ella que se revele y que la deje morir, que ella sabe que su mal no tiene cura. Entonces es cuando Anna acude a donde un abogado alegando que no quiere seguir siendo la medicina de su hermana moribunda. ¿Será que el propósito de las estrellas era que Anna diera su vida a cambio de la de Kate? ¿O más bien el propósito de las estrellas era darle un sentido a la poca vida de Kate?
Pues bien, que el hecho de que todo este escrito en las estrellas no tiene porque ser cierto, lo que sí es real es que cada persona nace, para bien o para mal, con una misión, y que cada cosa que hagamos siempre tiene una razón de ser por más irrelevante que parezca.
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