Una mentira repetida mil veces es tomada por verdad.
Quien escucha sobre El Muro de los Lamentos enseguida lo relaciona con Israel. Fue lo único que quedo luego que el Imperio Romano encabezado por el Emperador Tito destruyesen el Templo de Salomon. Esto está descrito en la historia secular, nadie se lo ha inventado, ni los judios y mucho menos los cristianos. Pretender que las cosas cambien es absurdo, la historia no cambia a menos que sea manipulada. Pero lo que es mas absurdo es que una organización internacional como la UNESCO se preste a pretensiones tanto absurdas como ilógicas de querer adjudicarle un lugar de oración de los judios a los palestinos.
Aunque parezca una locura esa es la nueva propuesta por parte de la AP, establecer que el Muro de los Lamentos es parte de la Mezquita de al-Aqsa está lista para ser presentada por los palestinos para una votación en la UNESCO (Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Esta propuesta expone, entre otras cosas, que el Muro de los Lamentos es parte de la mezquita de al-Aqsa, y condena al gobierno israelí por su llamamiento a los ciudadanos a portar armas debido a la reciente ola de ataques terroristas – presumiblemente en referencia a las declaraciones de los alcaldes de Jerusalén y del jefe de policía de Ashdod. La propuesta fue presentada al Consejo Ejecutivo de la UNESCO, que cuenta con 58 países miembros.
Debido a que Palestina no es miembro del consejo, los seis estados árabes presentaron la propuesta en nombre de los palestinos: Argelia, Egipto, Kuwait, Marruecos, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos. Fuentes israelíes de alto rango dicen que los palestinos están actuando, al mismo tiempo, para llevar la propuesta al pleno de la UNESCO, en el que son reconocidos como estado. Con este actuar por parte de Palestina estamos siendo testigos de como de forma paulatina se busca islamizar los lugares sagrados como una forma de ataque antijudio.
Israel busca convencer a tantos países como sea posible a que se opongan a la propuesta, o al menos que se abstengan, pero es probable que la propuesta sea aprobada por la automática mayoría musulmana y árabe. Les presento una copia de la propuesta, que revela los puntos principales:
1. Declarar y confirmar que el Muro de los Lamentos es parte de la mezquita al-Aqsa, y se llama Buraq Plaza (como los palestinos llaman al Muro de los Lamentos). Lo mismo se aplica a la Puerta Magrebí.
2. Los palestinos quieren que los países del mundo condenen a Israel por pedir a sus ciudadanos que porten armas a la luz de la reciente ola de terrorismo. El argumento palestino es que esto ha dado lugar a la continuación del ciclo de violencia y ha causado múltiples víctimas.
3. Los palestinos buscan condenar las recientes acciones de Israel y las FDI en Jerusalén, que es denominada “la capital ocupada de Palestina” en el documento.
4. Hace un llamamiento para condenar a Israel por las continuadas excavaciones cerca del Monte del Templo y la Ciudad Vieja, en oposición a las decisiones anteriores de la UNESCO. Los palestinos condenan la negativa israelí a permitir que los equipos de inspección de la UNESCO visiten el Monte del Templo.
5. Enérgica condena de las “medidas israelíes agresivas e ilegales tomadas en contra de la libertad de culto y acceso de los musulmanes a la mezquita al-Aqsa y los intentos de Israel de romper el status quo desde 1967”. Israel también es acusado de impedir que clérigos, sheikhs y predicadores tengan acceso a la mezquita, además las fuerzas de seguridad israelíes arrestan a muchas personas en las mezquitas. Israel también es condenado por supuestas incursiones en la mezquita.
6. Condena de los continuos ataques contra la mezquita de Al-Aqsa por derechistas extremistas judíos. Los palestinos piden a Israel, “la potencia ocupante”, que tome medidas para evitar provocaciones que violan la santidad de la mezquita, y exigen que se ponga fin a la “agresión” que alimenta las tensiones en la zona y entre los creyentes.
7. Condena de la decisión de Israel de construir un teleférico en Jerusalén Oriental y construir “Beit Haliba” (un edificio de oficinas y un museo cerca del Muro de los Lamentos), algunos otros edificios y un ascensor cerca del muro.
8. Los palestinos exigen confirmar y declarar que la Cueva de los Patriarcas y la Tumba de Raquel (el supuesto lugar de descanso de la tumba de Bilal Ibn Rabah, un compañero del Profeta Mahoma) son parte de Palestina.
9. Condena de la presunta violencia de colonos israelíes y extremistas judíos contra palestinos, incluidos niños, con la intención de perjudicar el carácter de Hebron. Los palestinos instan a “la potencia ocupante” a evitar estos ataques.
Carmel Shama Hacohen, la Embajadora de Israel ante la UNESCO, dijo en respuesta que, mientras judíos están siendo masacrados cuando van a orar, los palestinos están pidiendo condenar enérgicamente la violencia y medidas ilegales que supuestamente atentan contra la libertad religiosa de los musulmanes.
“Los palestinos continúan añadiendo más leña al fuego de la incitación y del continuado terrorismo”, dijo Shama Hacohen. “En mi primer discurso ante la UNESCO, el año pasado, advertí a los países del mundo sobre esa falsa incitación por los palestinos contra Israel, especialmente que, en relación con el Monte del Templo, significa jugar con fuego. En la última conferencia en Bonn, sugerí registrar la cultura de la mentira palestina como un intangible patrimonio de la humanidad”.
Shama Hacohen añadió: “La nueva propuesta es equivalente a verter gasolina sobre el fuego de la incitación y el continuado terrorismo, en lugar de ser responsable y calmar la situación. Por supuesto que no debemos desesperarnos o alarmarnos, porque ellos tienen la mentira mientras que nosotros tenemos la verdad ética, real e histórica, y es la que triunfará. El pueblo judío y el Muro de los Lamentos son uno y las posibilidades de que los palestinos islamicen el Muro de los Lamentos son las mismas que las posibilidades de islamizar al pueblo judío. Incluso la mañana después de la votación la bandera israelí ondeará por encima del muro”.
“Pagamos un alto costo por nuestra existencia en nuestro país, pero no hay socio responsable capaz de reducir este costo en un futuro cercano, porque aparte de la cuestión de su derecho a un estado en nuestro país, su conducta plantea una cuestión crítica en cuanto a su capacidad de actuar como un país responsable y esta es la conclusión más triste de la conducta de los palestinos en la UNESCO”, concluyó Shama Hacohen.
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