La foto de un niño ahogado

En nuestros días el concepto del crimen ha sido acomodado por el mismo hombre, calificando la muerte según la victima. Hace algunos días atrás los noticieros occidentales tocaron de una forma muy superficial el asesinato de un par de colonos en Judea y Samaria (lo que ahora llaman Cisjordania) y los pequeños hijos de estos fueron testigos, asi como cada crimen cometido contra niños israelies son abordados por Occidente de una forma muy sutil, como tratando de esconder algo monstruoso, algo que el mundo no debe ver. 

El periodismo debe ser imparcial, pero en nuestros tiempos, aun cuando las nuevas tecnologías son una herramienta facilitadora, los medios estan cada vez mas parcializados. El poder es la excusa para ocultar la verdad, e incluso de disfrazar de victimas a los victimarios y hacer de la guerra un circo perverso para los morbosos, que circulan sus imagenes por las redes sociales que ahora son parte de esta cruel diversión porque han obviado un elemento importante que es La Verdad. 

El mundo sigue aún hoy circulando la imagen del niño sirio que apareció ahogado, olvidando que las guerras provocan eso, muerte y los niños son el principal objetivo de las bombas, de los rifles y de los puñales. Los niños son las victimas en las guerras y el mundo parece olvidarlo cuando centra su atención en un niño sirio que por cosas de la guerra murió, pero tocan de una forma muy sutil los niños israelies que mueren en atentados suicidas o esos niños que lloran frente a los cuerpos sin vida de sus padres también son víctimas de la crueldad del mundo que los ignora, por odio, por miedo, e incluso por cobardia. 

Los niños han sido victimas ancestrales de la crueldad humana, desde los primogenitos egipcios, pasando por los niños que murieron en la Alemania Nazi, los niños víctimas de las minas antipersonas sembradas por las FARC, la lista es larga e interminable. La foto de un niño ahogado no resume todo el horror de la guerra, mas bien es parte de ella.