Se trata de uno de los casos que aún a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo un completo misterio. Todo comenzó en la víspera de la Navidad del año de 1945 en West Virginia. La familia Sodder estaba conformada por la pareja George y Jennie y sus 9 hijos, y se encontraban durmiendo en sus habitaciones cuando alrededor de la 1 de la madrugada se inició un voraz incendio que comenzó a consumir rápidamente la casa. Los Sodder alcanzaron a salir con cuatro de sus hijos pero hacían falta sus cinco hijos restantes Maurice, Martha, Louis, Jennie y Betty, por lo que George Sodder se dispuso a rescatarlos mientras que Jennie ponía a salvo sus otros hijos.
A pesar de los esfuerzos de George no pudo rescatarlos ya que ya que los chicos según algunas versiones habían desaparecido antes de que comenzara el incendió, por lo que a petición de los Sodder se realizó una exhaustiva investigación, pero todo era inútil entonces se ofreció una recompensa de 5 mil dólares para el que diera con el paradero de los niños. Es así cuando en el año de 1949 se autorizó una excavación en el lugar del incendió a cargo del patólogo Oscar Hunter la cual no dio buenos resultados.
Alrededor de esta historia hay una gran cantidad de misterios como una extraña llamada que Jennie, la madre recibió una hora antes del incendio. La misteriosa mujer que hablaba preguntaba por alguien que no vivía allí, y cuando comenzó el incendio ella remarcó al mismo número pero este se encontraba cortado. Según testigos, momentos antes del incendio se había divisado un hombre merodeando la casa de los Sodder, quien al parecer habría robado solo una escalera. Los bomberos habían tardado 45 minutos para llegar al lugar de los hechos ya que por error no se oyó la alarma de incendio. Unos meses antes, un extraño agente de seguros intentó vender un seguro de vida a los Sodder y ante su negativa amenazo con quemar la casa y destruir a sus hijos.
Después se 20 años del incendio la Señora Sodder recibió una carta sin remitente la cual tenía la fotografía de un hombre adulto quien fue reconocido como uno de sus hijos perdidos, Louis Sodder, la cual en la parte posterior tenía un extraño mensaje que decía: Louis Sodder, te amo hermano, Frankie. Ilil Chicos A90132 (o 35). A raíz de esta carta los Sodder contrataron a un detective apellidado Tylsen para que siguiera el rastro de la carta pero el detective desapareció sin dejar huella. George y Jennie Sodder murieron sin poder obtener la verdad acerca de la desaparición de sus cinco hijos.
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