1 Tesalonicenses 5:3 De repente, cuando la gente diga: «Paz y seguridad», les sobrevendrá la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores, y no escaparán.
Quiero poner un pequeño ejemplo antes de comenzar con mí reflexión, es quizás un ejemplo conocido por todos, pero va muy bien con el tema que quiero abordar.
Si ponemos en un sartén con agua fría, no helada, sino agua fresca y metemos una rana esta se sentirá confortable e incluso feliz, si prendemos la estufa a fuego bajo la rana sentirá un clima agradable, y hasta relajado, pero si se le va subiendo poco a poco la temperatura no notara el peligro cuando sea demasiado tarde.
Ahora trayendo la historia de la rana a la vida real, a lo que acaba de suceder en Colombia, nosotros los colombianos somos la rana. La paz que nos ofrece el presidente Juan Manuel Santos, para muchos idealistas y románticos parecía la solución a todo: se acabarían las guerras y todo sería felicidad.
Cuando vi la noticia de la firma del tratado de paz para marzo del 2016 me acorde de aquello que dice la Biblia..."cuando digan paz y seguridad habrá destrucción repentina", porque el presidente ha aceptado una paz repleta de injusticias al igualar a las fuerzas armadas con los movimientos de izquierda, al igualarnos a los colombianos decentes y honestos con los criminales más brutales de nuestra sociedad. El presidente sencillamente se ha burlado de nuestra democracia y nos quiere entregar un gobierno similar al régimen chavista que lidera Maduro.
Algo terrible esta por venir para Colombia, algo mucho peor que lo que padecimos antes con la era del narcotrafico, comenzara la era del régimen totalitario que nos quiere imponer Santos y no lo podremos evitar. Nuestra sociedad corre grave peligro de ir a pique y más pronto de lo que nos imaginamos tendremos que preparar nuestras maletas y salir huyendo, porque estaremos rodeados de enemigos, en casa y a nuestros vecinos. Muchos pueblos han caído a lo largo de la historia y ya le llego la hora a Colombia. Estamos siendo testigos del principio del fin de la Colombia tal como la conocemos.
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