Escribiendo una reseña crítica sobre la democracia moderna que proclamó Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos he llegado a reflexionar en muchos aspectos respecto a cómo se maneja la democracia en varios países latinoamericanos. Sin lugar a duda somos parte de una nación que carece de cultura política por múltiples razones, pero solo mencionare algunas:
La ley está tan politizada que la manejan a su antojo los poderosos, los que ostentan en poder político. Podría afirmar sin temor a equivocarme que ocupamos uno de los primeros lugares de corrupción no solo en Latinoamérica sino en el mundo.
Somos un país tan desigual que la ley se aplica según los amigos y las influencias políticas que se tengan. Y es que la pobreza le es funcional al clientelismo, y hay que entender que el pueblo es la mayoría por esto es que los poderosos se mantienen en la cumbre del poder político. Según el argentino Guillermo Donell, nuestros países latinoamericanos no tienen una democracia representativa de la cual hablaba James Madinson, sino una democracia delegativa ya que los representantes que el pueblo elige no rinden cuentas al pueblo.
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