La historia siempre tiene fragmentos ocultos, historias que el mundo ignoraba incluso, aun en nuestros días ignora a pesar de las facilidades en los medios masivos, los nuevos medios que son una ventana al mundo, incluso, si se puede decir, una ventana al pasado de la historia del hombre, que en la mayoría de las veces tiende a ignorar. La historia definitivamente es lo que marca el destino de un pueblo o comunidad, es lo que define el carácter de una persona, es lo que divide en un antes y un después de su existencia. Durante el marco de la II Guerra Mundial fueron muchas leas víctimas que cayeron en manos de las tropas alemanas, y una de tantas historias no menos cruel que las demás que marcaron con sangre de la historia de la Europa de la época fue la masacre de Kragujevac. Aquel fue un asesinato en masa de varones jóvenes y mayores cuyas edades oscilaban entre 16 y 60 años, de origen serbio, judìos, gitanos y comunistas de la ciudad de Kragujevac (Serbia) por las tropas alemanas de la Wehrmacht entre el 20 y el 21 de octubre de 1941.
El mariscal del Campo de Wilhelm Keitel emitió una orden aplicable a toda la Europa ocupada para matar a 50 comunistas por cada soldado alemán herido y 100 comunistas por cada soldado alemán muerto. A principios de octubre el Communist Partisan y los Chetniks Serbios de Draza Mihajlovic y las fuerzas alemanas atacaron cerca de Gornji Milanovac matando a 10 e hiriendo a otros 26. Aquella masacre fue una represalia por las bajas alemanas durante la batalla. Antes de que la masacre se llevase a cabo, el 18 de octubre de 1941, todos los judíos varones fueron detenidos junto con algunos comunistas sumando un total de 70 hombres, al poco tiempo la ciudad fue allanada. Toda la generación de bachilleres de aquella localidad fueron detenidos y sacados de sus aulas de clase.
Durante esta masacre colaboraron miembros del Cuerpo de Voluntarios Serbios (SDK) y la Guardia Estatal Serbia (SDS), quienes ayudaron a seleccionar a loas víctimas. El embajador del ministerio de relaciones exteriores de Alemania en Serbia, el 29 de Octubre de 1941, anunció que el número de víctimas llegaba a unas 2.300 personas, pero en 1945, luego de una serie de investigaciones realizadas por parte de los autoridades yugoslavas, el número de víctimas llego a los 2.324. Se llegaron a hablar de 7.000 víctimas durante los juicios de Nuremberg, en 1960 se hablaron de 5.000 víctimas, pero expertos serbios y alemanes en el 2007 concordaron en la cifra de 2.778 víctimas en donde figuran sus nombres y datos personales. Las personas fueron ejecutadas en grupos de 400, algunos fusilados y otros ahorcados, antes y después del 21 de octubre.
Uno de los autores de aquel atroz acto de barbarie fue el general del ejército alemán Franz Böhme, quien también fue Comandante del 20º ejercito de Montaña y Comandante General de Serbia y Comandante en Jefe durante la Ocupación de Noruega por la Alemania Nazi. Böhme no solo colaboró con la Alemania Nazi durante la II Guerra Mundial, participando en la Invasión de Polonia (1939) y en la Batalla de Francia (1940) sino que años antes durante la I Guerra Mundial combatió en Galizia e Italia, además de servir al ejército austriaco. Durante los Juicios Secundarios de Nüremberg fue procesado en el Juicio de los Rehenes donde fue acusado de los crímenes cometidos en Serbia. El 29 de mayo de 1947 se suicida lanzándose del 4º piso de la carcel en donde pagaba su condena.
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