Hoy es el día para hablar del cine de horror, ya que es "la emoción más antigua y por supuesto la más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo e intenso de los miedos es precisamente el miedo a lo desconocido" (Supernatural Horror in Literature, Lovecraft). Lo desconocido que es lo que atenta contra el concepto de lo cotidiano, contra aquello que nos resulta familiar. Aquello que hace más fuerte lo desconocido es lo que a enriquecido las diferentes artes en su intento de reflejar los fantasmas, vampiros, hombres-lobo, etc, que la mente humana rechaza por considerarlo antinatural y en ocasiones natural como el caso de la muerte, y es a partir de este horror colectivo respecto a todo aquello que escapa a los límites de la razón consciente, las expresiones literarias y audiovisuales han creado en las diferentes épocas imágenes deformadas de esa cotidianidad y de esa rutina en la que vivimos los seres humanos. Muchos han sido los estudiosos que han coincidido en que el cine como medio artístico es el que mejor representa lo horrible y lo terrorífico, que termina siendo el encuentro del espectador con el reflejo de su propio inconsciente reprimido.
Sin duda alguna, el cine ha estado íntimamente relacionado con las sensaciones de terror prácticamente desde sus inicios, partiendo de una película tan sencilla como La Llegada del Tren (1895) de los hermanos Lumière, que provocó en sus primeros espectadores parisinos un miedo que los forzó a abandonar la sala de cine. El cine de horror al igual que los otros géneros es un lienzo virgen que espera a ser pintado, pero en la paleta de colores del cine de horror hay muchas más opciones y formas que le dan al director y al guionista un amplio abanico de posibilidades infinitas. El cine de horror, quizás igual que el cine de comedia se puede medir por la intensidad de sus efectos en el público y eso es lo que ha conseguido con ciertas películas que han pasado a la historia como inmortales. Fueron muchos, y de todo el mundo, los cineastas que se movieron en el mundo de lo grotesco, de las imágenes que para la vista del espectador eran una sinfonía de sangre que hacia agitar el corazón de la adrenalina en algunos casos y del miedo en otros. Ejemplos tenemos en la década de los 60's hasta los 70's a Herschell Gordon Lewis con Color Me Blood Red o 2000 maniacos, o quizás George A Romero con La Matanza en Texas, en donde los actos de barbarie eran mostrados en este lado del mundo sin tapujos, una verdadera carnicería mejor conocida como Cine Gore, que hace una extinción enfática y retorcida de la violencia. Partiendo de este pequeño análisis en torno al mundo del cine de terror me dispongo a mencionar algunas películas claves en el cine de terror moderno:
1968, La noche de los muertos vivientes de George A Romero, quien renovó con su cruda ópera prima del cine de muertos vivientes, poniendo a la moda las películas de zombis y marcó un antes y un después en el género.
1968, La Semilla del Diablo (Rosemary's Baby), de Román Polanski, se trata de un thriller psicológico que combino lo paranormal con la paranoia.
1972, La Ultima casa a la Izquierda se Wes Craven, se trata de una verdadera muestra de la violencia en su versión más retorcida y grotesca
1976, Carrie de Brian de Palma, esta inspirada en la novela homónima de Stephen King, que recrea en toda su intensidad una historia brutal de incomprensión, humillación y consecuentes venganza.
1976, ¿Quién puede matar a un niño?, de Narciso Ibáñez Serrador, mezcla en esta historia la inocencia infantil con la crueldad que proviene de ellos, haciendo de este film una verdadera pesadilla adulta.
En cuanto al cine Giallo, no podemos obviar a Suspiria del director Darío Argento, en donde hace una magnífica fusión entre la belleza y el horror, inspirándose en el expresionismo alemán que en su momento Fritz Lang reflejo en su film El Gabinete del Doctor Caligari en 1920 y Metrópolis en 1927. Suspiria sin duda alguna se centra en el arte de matar en donde Argento se inspiró en los asesinatos que el mismo manejo en L'Uccello dalle piume di cristallo (Los Pájaros de las plumas de cristal) en 1970 y aplicarlos con más fuerza en los crímenes de la primera entrega de Las Tres Madres.
1980, Holocausto Canibal de Ruggero Deodato, se trata de una coproducción Italo-colombiana, en donde hay una vertiente de Gore que muestra de una forma explícita secuencia de una violencia extrema y retorcida, cuyo objetivo es que el espectador crea que está ante una snuff movie (hace pasar imágenes de ficción como si fuesen reales).
1982, Poltergeist de Tobe Hooper, este film significó un antes y un después en el cine de horror puesto que entre su primera y su última entrega se desató una especie de maleficio que acabó con la vida de la Pequeña Heather O'Rourke y Dominique Dunne.
Es importante mencionar que el cine de horror atrae a una gran cantidad de público sediento de miedo pero a su vez de adrenalina, y ese el básicamente el objetivo de aquellos que lo crean.