A pocos días de las elecciones presidenciales en Colombia se han venido dando ciertos casos que han causado ciertas dudas respecto por cual candidato es conveniente votar. La más famosa y comentada de esas situaciones es el escándalo del hacker de la campaña del candidato Óscar Iván Zuluaga que provoco comentarios a favor y en contra de la honradez de dicho candidato.
Colombia es un país que se cubre tras una manta que es sostenida por pocos hilos y que se tiran a matar como si esto se tratara de una pelea de perros callejeros donde el que se devoré al otro primero ese sea el ganador. Pero aquí no se trata de que un candidato gane, aquí se trata de que sea el pueblo el que gane...el que gane un presidente que de verdad se ponga la camiseta, que no quiera hacer escándalo cual cabaretera de mala muerte.
Somos un país que ha visto la sangre de sus héroes teñir la historia de rojo. Somos un país que hemos salido en las películas norteamericanas pero como los villanos, teniendo héroes y figuras que han enaltecido nuestra imagen ante el mundo.
Somos un país que sin duda merece una mejor suerte que tener un presidente que no nos de la talla, que tenga en Cuba a unos asesinos pidiendo beneficios y que aquí en Colombia esos mismos criminales estén asesinando de la forma más descarada e impune.
Somos un país en donde quien ejerce su libertad de expresión es asesinado, y quien ejerce su derecho a hacer oposición es inevitablemente señalado. Somos un país que en las pruebas PISA va de último en la lista porque los jóvenes prefieren dejar de asistir a clases por ver un partido de fútbol. Entonces no son sólo los políticos los culpables, es el pueblo que no asume su papel de pueblo protestando, sino que es como la esposa abnegada que se queda callada mientras que su esposo la maltrata.
Está en nosotros dar el primer paso, y darles a nuestros hijos y nietos un país mejor que el que tenemos.
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