Trece religiosas muertas en cuatro años en un convento burgalés
A veces, los mayores enigmas, los que plantean las más abismales incógnitas comienzan de la manera más inocente. Eso es lo que sucedió en 1904 cuando un grupo de religiosas francesas, fugitivas del virulento ambiente anticlerical imperante en su país recala en Burgos donde encontraron acogida y lo que ellas pensaban que era un refugio seguro. Se trataba de un balneario abandonado cuando estas religiosas llegaron al lugar. Comenzaba una nueva vida para aquellas trece religiosas exiliadas en el antiguó balneario de Arlanzon, un enclave privilegiado que tenía el encanto añadido de unas aguas muy reconocidas com muy beneficiosas para la salud. Según el escritor Jesús Borró, en 1882 el balneario de Arlanzon había sido declarado de utilidad pública debido a la bondad de sus aguas, era bastante común que la gente tomara aguas, en este caso bicarbonatadas para curarse de ciertas enfermedades como el reumatismo. Sin embargo, la plácida existencia de las religiosas pronto se vio interrumpida por la presencia de la muerte. Cuando ocurrió la primera de las muertes nadie se extrañó. Una enfermedad súbita y mortal ya algo relativamente frecuente en la época, pero inmediatamente después de la primera muerte ocurrió otra, y otra y otra más, en tan sólo 4 años las trece religiosas fallecieron de forma inexplicable, dejando así trece cruces de hierro como mudos testigos de aquella tragedia.
Pero, ¿qué maldición, o que desconocido mal se había adueñado de aquella comunidad religiosa? Los mas supersticiosos le achacaban el infortunio al tristemente famoso #13, otros en cambio, pensaban que las monjas habían traído consigo alguna extraña enfermedad, pero la explicación más popular culpaba aquellas aguas bicarbonatadas del antiguo balneario. No se sabía que veneno se habría filtrado en el manantial antaño milagroso. Se hablaban de fiebres altas, trastornos gastrointestinales tan graves que pueden llevar a la muerte, probablemente se trató de un episodio de salmonela. Es posible que hubiese sido así, pero aún quedan preguntas por responder. ¿Porqué las actas de defunción hablan de diversas causas de las muertes? Y si realmente fue una bacteria ¿porque algunas monjas fueron inmunes a sus efectos antes de sucumbir 4 años después de los primeros casos? Es posible que el agua del balneario sea actualmente inofensiva, incluso es probable que lo haya sido siempre, pero, a pesar del tiempo transcurrido nadie se atreve a beberla.
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