Se habla mucho del mal, que por desgracia nunca deja de estar de moda, siempre estará presente. Se trata de la belleza más maligna de todos los tiempos. ¿Acaso se puede llegar a un nivel tan alto de maldad?
La II Guerra Mundial fue quizás la muestra más grande de la crueldad humana, de la maldad, de la violencia más sangrienta que azotaron al siglo XX. El odio muy pocas veces había adoptado un rostro angelical, un rostro que quedaría grabado como una cicatriz en la memoria de muchos y que quizás no se borrara jamás. Los campos de concentración de Bergen-Belsen y de Auschwitz era guaridas donde miles de mujeres judías se habían convertido en esclavas, blancos de las más crueles torturas, vejaciones, mutilaciones hasta llevarlas a la muerte. Una de las protagonistas de aquella orgía de sangre fue una joven alemana conocida como "La Bella Bestia" por sus monstruosos crímenes, por su crueldad. Desde temprana edad le dijeron que ser de raza aria, rubia, de ojos azules y nazi, era lo más grande y que el resto de los seres humanos(sobre todos judíos)eran cucarachas que debían morir.
Irma Greese lo tenia todo, a los 16 años le habían dado todo el poder, el poder de matar. Greese tenía belleza, poder, el respeto, pero carecía de bondad y piedad, escondía tras su apariencia una sombría faceta de su personalidad. A pesar de su rostro angelical era una joven realmente perversa, cuyos actos de extrema violencia dejo miles de víctimas en los campos de concentración nazi donde prestaba su servicio. Irma Grese carecía de entrañas, con mano segura escogía a sus víctimas, no sólo entre las prisioneras sanas sino entre aquellas enfermas y débiles. Se dice que Irma asesinaba a un ritmo promedio de treinta al día.
Con apenas 15 años Irma dejo los estudios debido al poco empeño en el estudio y a sus intereses fanáticos de ser parte de "Liga de la juventud Femenina Alemana". Su padre no comulgaba con el nazismo, por lo que cuando vio a Irma llegar a la casa vestida con el uniforme de las SS la corrió, entonces ella lo denuncio y lo hizo apresar. Por dos años trabajo en un sanatorio de las SS y en vano intentó graduarse de enfermera. En su casa de Auschwitz, Irma tenía dos lámparas que ella misma había hecho con la piel de sus víctimas de aquel campo de exterminio.
Después de Auschwitz trasladó ese sadismo que tanto la caracterizaba a otros campos como Revensbrück (por segunda vez) y Bergen-Belsen. Se decía que las encargadas del campo de exterminio de Auschwitz luego de matar por la mañana a cientos de prisioneras iban a medio día al campo a comer bajo un árbol y en la tarde volvían a matar gente.
Campamento de exterminio Bergen-Belsen |
1943, ingresa en el campo de exterminio de Auschwitz, al principio realizaba lavores de control de provisiones y luego como guardia femenina de las SS, y a finales de aquel año fue ascendida a supervisora, la segunda mujer de más alto rango en el campamento, a cargo de 30 mil judías. Siendo supervisora seleccionaba a las condenadas a la cámara de gas. El Galpón "C" del campo Birkenau de Auschwitz, en donde ella "trabajaba" tenía una capacidad para unas 30 mil prisioneras.
1944, Luego de ser molidas a punta pies y latigazos, 315 mujeres judías fueron empujadas a los baños donde era víctimas de las más crueles torturas.
1945, Por poco tiempo Irma volvio a Ravensbrück y luego ingreso a Bergen-Belsen. Ella y otros integrantes de las SS son detenidos el 15 de abril por los británicos. Se sabe que en el último mes de Bergen-Belsen, Grese dejo morir de hambre a 93 mil mujeres judías, entre ellas a Ana Frank y a su hermana.
Irma Grese fue una de las principales criminales de guerra en el juicio de Bergen-Belsen realizado entre septiembre y diciembre de 1945. Entre los cargos que se le atribuyeron, el asesinato y tortura a miles de internas y niños, además de abusos sexuales. Grese usaba un látigo trenzado para darle palizas a sus víctimas hasta causarles la muerte.
Irma Grese |
Campamento de exterminio de Auschwitz |
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