Es el arte de contar una historia a través de la fotografía, de llevar un mensaje conciliador mostrando el dolor de la guerra, el hambre y la violencia, es considerado por muchos como “la indiferencia occidental”, pero en realidad se trata de mostrar el dolor para detenerlo. La historia de Kevin Carter es la historia de una imagen que dio la vuelta al mundo, una imagen que terminó galardonada con un premio Pullitzer, pero a los pocos meses de este importantísimo evento periodístico, el reportero que estaba allí enfocando aquella escena del niño, terminó sus días dentro de una furgoneta, con una manguera e inhalando el gas tóxico. Desde entonces aquella fotografía, que al mismo tiempo es celebre en los 5 continentes, se convierte también un poco en una visión maldita, de leyendas, mitos y realidades del foto-periodismo de las personas que cuentan la realidad al mundo y que a veces refleja estampas absolutamente inolvidables.
Hay que decir que millones de personas fueron conscientes de lo que era, no el fantasma de un buitre carroñero sino la del hambre en África. La historia de Kevin Carter es la historia de un reportero estigmatizado. Muchos críticos, incluso otros periodistas le inundaron con mensajes anónimos, en algunos de ellos muy gráficos, como la foto de aquel niño aparentemente moribundo cabeceando la siniestra sombra detrás, y el buitre en vez de su cabeza y pico, tenía el cráneo del fotógrafo. Muchas personas iniciaron el debate:
-“El hambre de África y la indiferencia de Occidente”
-“¿Cómo es posible que alguien este enfocando fríamente para obtener semejante retrato.
En muchas ocasiones el periodismo gráfico no es entendido, es considerado que para luego ponerle fin. Mucha gente condenó en aquel entonces a Kevin Carter por haber ignorado a aquel niño y probablemente fue eso lo que lo llevó al suicidio. Aquel niño estaba en un campo de refugiados, y se había alejado del lugar para hacer sus necesidades. Aquel niño se llamaba Cong y murió de fiebre al poco tiempo. El periodista y reportero español Gervasio Sánchez asegura que el reportero que no es capaz de sufrir el dolor de la guerra, no será capaz de transmitir el mensaje de esta a través de sus fotos.
En la guerra se ve lo peor del ser humano, pero también se ve lo mejor, la desgracia es que los seres de la guerra, las personas que se enfrentan a la violencia de una manera responsable, gente que muere por no matar, gente que por incumplir una orden son ejecutados, gente que ha muerto por salvar otras vidas, estas personas nunca son los héroes de nuestra historia. En la guerra se conoce lo peor del ser humano, el hombre asesino, el hombre brutal que es incapaz de vivir sin la violencia desde tiempos inmemorables, no se recuerdan momentos de la historia sin guerra, sin violencia. El reportero en cambio, es el hombre conciliador que busca interferir con la guerra.
Esas imágenes del periodismo grafico son las historias que no se cuentan con palabras sino con el rostro vivo del dolor:
1. Ned Perfett, de 15 años, fue el niño anunciador de la tragedia del Titanic. Este niño murió a los 22 años cuando una bomba alemana fue lanzada en el refugio donde se encontraba aquel día.
2. Los ojos del mundo estaban completamente fijos en la gran plaza de Pekín, siendo testigos de unas protestas populares sin precedentes. Un joven de nombre Wang Weilin detiene 4 tanques de guerra, mas tarde sería ejecutado.
3. Fue conocido como el niño del Ghetto de Varsovia. Se trata de la imagen de un niño que es apuntado con un fusil, las manos en alto y la cara aterrorizada, retrata no solo un momento ordinario del Holocausto, también retrata la extraordinaria crueldad nazi aunque no se vea ni una sola gota de sangre. Al soldado que le apuntaba al niño le decían “Frankenstin”, luego de acabar la guerra fue enjuiciado y ejecutado. , pago todas las muertes de las cuales había sido responsable. Se dice que el niño, llamado Tsvi Nussbaum hoy día es un medico que está en Nueva York.
4. El general sud vietnamita Nguyen Ngoc Loan durante la ofensiva del Tet en junio de 1972 ejecuto en plena calle a un miembro del Vietcom, este hombre fue conducido a una amplia calle seguramente con la intención de dar ejemplo, y sin más miramientos el general con revolver en mano apunta a la sien y dispara. El general muere plácidamente en su residencia en Estados Unidos de cáncer.
La imagen que relata la historia de Phan Thi Kim Puc, una niña vietnamita que corre desnuda, gritando “muy caliente, muy caliente”, ya que sus ropas había desaparecido carbonizadas, cuando el fotógrafo llamado Nic Hut, también vietnamita tuvo la ocasión de tomar esta fotografía. Sus compañeros norteamericanos llevaban 2 y 3 cámaras, y habían estado fotografiando el bombardeo, estaban precisamente en el momento de cambiar los carretes, Hut era el más precavido, llevaba 4 cámaras y todavía le quedaba una con película, y cuando vio llegar a los refugiados de la aldea automáticamente disparo y recogió a la niña envolviéndola en mantas para luego llevarla al hospital donde se pudo salvar. Hoy día Phan Thi Kim Puc, convertida en una mujer, se dedica a la medicina, se caso con un canadiense y es embajadora de la buena voluntad de la UNESCO.
Phan Thi Kim Puc |
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