Niñas Diabólicas

A veces los miedos no proceden del mundo de las fantasmagorías, sino que residen en cosas tan aparentemente alejadas de este mundo tenebroso como la cara de una niña, que sería muy difícil asociar con la sangre y el asesinato. El criminólogo Vicente Garrido, asegura que las niñas que viven lejos del contacto humano, o escapan de este, pueden llegar a matar si tienen un arma, sea de fuego o corto punzante, además de hallar una víctima propiciatoria.
Las niñas siempre son asociadas con lo delicado, lo dulce y lo tierno de nuestro mundo, y es difícil comprender como en una cabecita puede haber tanto odio y tanta violencia. Cuatro casos sobrecogedores en los que las supuestas víctimas se convirtieron en los verdugos. Niñas asesinas, que planearon fríamente sus crímenes, y que demostraron una crueldad inimaginable. 

Mary Bell

Mary Bell, nace en 1957 en Inglaterra, hija de una prostituta, quien en varias ocasiones trato de asesinar a Mary haciendo aparentar como accidentes. La propia Mary señalo que fue víctima de abuso sexual por parte de su madre, diciendo que ella la obligaba a participar en actos sexuales on hombres desde los cuatro años de edad.
Con tan solo 11 años, Mary fue encarcelada por asesinar a dos niños Martin Brown y Brian Howe de cuatro y tres años respectivamente. Mary es liberada en 1980 y se le otorgo un nuevo nombre, y se le garantizó el anonimato para poder empezar una nueva vida junto a su hija quien nacería en 1984. La hija de Bell no supo de la historia de su madre hasta que la prensa logró dar con ellas y obligándolas a huir lejos. 

Juliet Hulme y Pauline Parker

A mediados de la década de los 50´s en Nueva Zelanda, las niñas Pauline Parker y Juliet Hulme quienes sostenían una relación lésbica asesinan a Honora Riper, la madre de Pauline, porque ella se interponía en la relación de ambas niñas. Tanto Juliet como Pauline son llevadas a juicio en 1954, siendo encontradas culpables. Como eran demasiado jóvenes para que se aplicase en ellas la pena de muerte, según la ley neozelandesa de aquella época fueron sentenciadas y condenadas a permanecer detenidas durante un tiempo indefinido.
Fueron liberadas por separado cinco años después con la condición de que jamás se volverían a ver o comunicar. Años más tarde Juliet Hulme se cambiaria el nombre a Anne Perry, convirtiéndose en una afamada escritora de novelas policiacas y de detectives. Estos sucesos fueron la base para la película Criaturas Celestiales de 1994, en la cual la actriz inglesa Kate Winslet interpreto a la adolescente Juliet Hulme. 

Nevada-Tan

Un caso más reciente aconteció en Japón, el 1ero de enero de 2004, cuando Nevada-Tan de 11 años asesina a una compañera de estudio. El homicidio tuvo lugar en una escuela primaria de Sasebo (Prefectura de Nagasaki). Se dice que la victima molestaba y humillaba a Nevada-Tan, y que la jovencita cansada de tantas vejaciones decidió ponerle fin a ese problema y con un cúter le rajo la garganta y los brazos a la joven de 12 años de edad.
No se quiso dar muchos informes a la prensa sobre tan lamentable suceso lo que obligo a muchos caricaturistas a realizar el retrato de Nevada-Tan, puesto que las leyes japonesas no permiten mostrar en los medios las imágenes de niños criminales. 

Brenda Ann Spencer

En San Diego, California, el 29 de enero de 1979, Brenda Ann Spencer, tomo un rifle que su padre le había obsequiado en la navidad de 1978, se apostó en la ventana de su habitación y comenzó a disparar indiscriminadamente hacia la escuela elemental de Cleveland. A sus 16 años Brenda tenía buena puntería. Hirió a ocho niños y a un oficial de policía, asesino al director de la escuela y al guarda Mike Suchar, quienes intentaron proteger a los niños y pagaron con sus vidas.
Luego de 6 horas Brenda fue capturada por la policía y durante el interrogatorio, le preguntaron el porqué de su acción. Brenda Ann se encogió de hombros y respondió: “No me gustan los lunes. Solo lo hice para animarme el día. No tengo una razón más, solo fue por divertirme. Vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, blancos fáciles”. Brenda Ann fue declarada culpable de dos asesinatos y asalto con arma mortal, y condenada a cumplir 30 años de prisión en una institución para mujeres en Corona (California).