La muerte de por si es terrible, pero mas aun cuando se trata de un asesinato. El 28 de marzo de 2002, un terrorista suicida de Hamás, Abdel-Basset Odeh, ingresó por la entrada principal de un salón en un hotel en Netanya, en donde habían 250 personas reunidas para celebrar el Seder de Pesaj, y detonó el artefacto explosivo que llevaba encima, dejando un saldo de 30 muertos e hiriendo a 160 civiles.
Esa misma noche, luego del hecho fatal, se declaró el Estado de Emergencia, llamando a más de veinte mil reservistas del Ejército de Defensa de Israel, iniciando la operación antiterrorista ("Operación Escudo Defensivo"). Esta acción fue realizada desde el 29 de marzo hasta el 10 de mayo de 2002.
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