La catastrofe habia sido anunciada desde 1984, ya el volcan estaba despertando y se sabia que en cualquier momento ocurriria lo inevitable. Hoy dia la poblacion de Armero se encuentra sepultada bajo los miles de cuerpos de aquellos que protagonizaron el mas terrible desastre volcanico del siglo XX en Colombia. El Pueblo colombiano jamas olvidara aquel noviembre que marco la historia de una tragedia en donde perecieron miles de inocentes.
Nadie creyó que en la población de Armero que volcán Arenas del Nevado del Ruiz iba a despertar, nunca existió el beneficio de la duda cuando el docente Fernando Gallego aseguraba que se desataría una tragedia a causa de este fatídico despertar. Han pasado 25 años y en el profesor Gallego todavía este hecho pesa en su alma. En los años 70, el profesor Gallego comenzó a mostrar un especial interés en el volcán, en lo que pasaba en su interior, y viviendo en el Líbano (pueblo de la cordillera ubicado a 45 minutos de Armero) era fácil saberlo. Durante 15 años visito en varias ocasiones la montaña, tomando muestras y fue a principios de 1984 cuando concluyó que el volcán estaba por despertar y de no tomarse las medidas adecuadas habría consecuencias lamentables.
A pesar de haber realizado una serie de conferencias para preparar a la población nadie le creyó, lo tacharon de loco, era insólito para los habitantes que una avalancha de lodo pudiera sepultar a un pueblo de 29.000 habitantes. Cartolima, la entidad ambiental del departamento modificó los estudios del docente alegando que este no era vulcanólogo sino filosofo, y que no había ningún riesgo. Ingeominas mató académicamente al profesor, y el alcalde del Líbano, Alberto Toro Nieto por medio de una misiva le prohibido que continuase con las conferencias que había venido ofreciendo ya que había estado provocando pánico. A consecuencia de esto el docente fue expulsado del Comité de la Cruz Roja y se prohibió la entrada a otros pueblos, además de ser blanco de las burlas. El alcalde de Armero, Ramón Rodríguez y el congresista caldense también habían alertado del peligro que significaba el volcán para la población de Armero.
Fue el 13 de noviembre de 1985 cuando a las 3:00 de la tarde que el volcán comenzó a dar sus primeros indicios de que tendría un despertar terrible cuando una lluvia de cenizas cubrió a la población del Líbano, el miedo se apodero del pueblo y muchos recordaron al profesor Gallegos y sus vaticinios sobre aquel infierno del cual ya era inútil escapar. A las 21:20 hora local, el volcán entró en erupción, a causa del calor la nieve acumulada en la cima se derritió y la enorme masa de agua descendió rápidamente por las laderas formando una avalancha de barro y ceniza volcánica, conocida por los expertos como lahar. A las 23:20 horas con una fuerza arrolladora llego a Armero llevándose por delante casas, carros, arboles y todo lo que encontraba a su paso. 25 mil de los 29 mil habitantes de Armero quedaron sepultados junto con sus sueños, y aquellos que sobrevivieron a la tragedia lo perdieron todo, amigos, familiares, sus hogares y hasta sus referentes históricos.
El fotógrafo francés Frank Fournier, presentó ante el mundo la mayor prueba de la tragedia que mas sobrecogió al mundo, la fotografía Omaira Sánchez, de 13 años quien quedo atrapada en el lodo y debajo de ella su familia se encontraba sepultada. Sesenta horas de agonía y luego la muerte de Omaira quedaran no solo en la memoria colectiva del pueblo colombiano sino en la del mundo que vieron con tristeza el retrato que fue el símbolo mundial de la peor tragedia ocasionada por un volcán en el siglo XX.
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