Una Historia Mal Contada

Vivimos en una sociedad en donde la historia se cuenta de acuerdo a la conveniencia de quienes ostentan el poder. Este fenómeno de tergiversar la historia se ve en cada uno de los países en donde existe la lucha de poderes, es en definitiva una forma de engañar y seducir a las generaciones más jóvenes, aquellas que no vivieron la historia, que no vieron los titulares noticiosos. Tergiversar la historia es borrar la memoria de una sociedad, es narrar una historia ficticia, cambiar un pasado creyendo que el futuro (que surge de ese pasado inexistente) será mejor. Un país que le muestra a los más jóvenes una historia falsa tendrá un futuro igualmente falso, y las próximas generaciones no podrán superar lo que se padeció en el pasado. 

Nos estamos enfrentando en estos momentos a un monstruo gigantesco creado por aquellos quienes deberían de defender a nuestras sociedades, y ese monstruo cobra con el paso de los días más y más fuerza, y llegara un momento, cuando queramos detener ese monstruo será imposible. El gobierno ha seducido a esos ilusos, cursis y románticos que creen en una paz muy al estilo de Corin Tellado, con aquella frase trillada de hablando se entiende la gente, pero la verdad es que estamos alimentando ese monstruo que en algún momento nos terminara aplastando. Ese monstruo esta disfrazado de un Proceso de Paz en donde los del bando contrario exigen, mientras que matan y violan acuerdos, y los colombianos les estamos costeando las vacaciones que tal parece son interminables.

El ex guerrillero del ELN y también politólogo y analista Leon Valencia en un escrito aseguró que Álvaro Gomez instigó el ataque que obligó a Manuel Marulanda Vélez a tomar de nuevo las armas y a dar inicio a las FARC. De acuerdo con esto, el ex militante guerrillero busca que una falsedad como esta sea dicha en la Comisión de la Verdad que las Farc acordó con el gobierno para cambiar y contar a su modo la historia de Colombia. Entonces las generaciones que aun no nacen conocerán en libros una historia tergiversada, donde se legitimará una supuesta reivindicación social de las Farc omitiendo así un terror que sumieron a nuestro país durante más de cuatro décadas. La sangre inocente derramada será obviada, así como a todas aquellas familias que no volverán a ver a sus padres, hijos y esposos. 

Así como lo fue Álvaro Gomez en su momento, hoy somos los colombianos víctimas de quienes nos gobiernan, quienes al igual que a los terroristas de las FARC eso es algo de lo que ya no debemos hablar. La tal Comisión de la Verdad, será una verdad acomodada, una gran mentira como todo lo que salen de los gobiernos corruptos, de los asesinos y de la escoria social que tienen azotada a las sociedades. Aquella clase política que se auto denominan Gente Bien, que nos tienen a los colombianos manipulados y convertidos en tontos útiles, porque por mas que queramos emanciparnos de esa terrible desgracia del clientelismo es algo en lo que inevitablemente terminaremos por caer, porque es parte de la misma sociedad, es parte de eso que nos hace ser colombianos.