La figura del zombi ha pertenecido por siglos a las regiones donde se realizan prácticas de vudú, sea en Africa, Haiti, y Nueva Orleans (EU). El zombi es un muerto que ha resucitado gracias a los ritos mágicos de un hechicero con el propósito der ser esclavo de quien le devolviera la vida.
El zombi ha pasado a la literatura fantástica como sinónimos de “muerto viviente”. Según los estudiosos de estas prácticas mágicas, la palabra “zombi” podría provenir del nombre de una serpiente divina que es objeto de culto de las regiones de Nigeria y Congo.
Como bien ya había mencionado antes, los zombis y el vudú se relacionan íntimamente, así como los macabros muñecos de ceras que tienen alfileres clavados, así como otros ritos igualmente oscuros. Estas prácticas son una peculiar fusión entre el catolicismo y las antiguas prácticas africanas, y algunos elementos fetichistas incluidos y distintos tipos de magia, sea blanca o negra, pero la más importante en el vudú es la magia negra.
En 1937, el folclorista estadounidense Zora Neale Hurston conoció en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907, quien había sido vista 30 años después convertida en zombi.
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