Muchas historias han sido relatadas, otras de ellas han quedado enterradas en el olvido y en la profundidad de aquellas memorias que no quieren recordarlas y que se niegan a hacerlas vivir de nuevo. El Pabellón del Enigma es la recopilación de todas aquellas historias que han quedado en el más terrible abandono y que esperan que alguien las vuelva a narrar. Nombres que quizás ya nadie recuerde o que nadie quiera recordar.
martes, 13 de abril de 2010
La Bruja de Bell
Es quizás uno de los casos más insólitos que se hayan narrado sobre fantasmas y manifestaciones paranormales. Todo acontece en el siglo XIX en el condado de Robertson, Tennessee, en la granja propiedad de un terrateniente llamado John Bell. Fue en aquel 1817, cuando por un mal negocio con una siniestra y extraña mujer llamada Kate Batts, quien tenía fama de ser una bruja, se desata una terrible pesadilla que quedaría marcada para siempre en la historia americana.
Pero años antes, Andrews Jackson quien fuera presidente estadounidense desde 1829 hasta 1837, acepto la invitación de su gran amigo John Bell para pasar una pequeña temporada en su granja. Cuando Jackson se dirigía a la residencia de Bell, su vagón se detuvo de forma súbita, y su caballo se negaba a avanzar. Enseguida Jackson recordó que no muy lejos de la residencia de Bell vivía Kate Batts. Se decía que era muy difícil que algo pudiese asustar a Jackson, pero en aquel momento una voz del aire que le permitiera avanzar logro impresionarlo.
La plantación de John Bell, donde Jackson se había hospedado, era ya famosa por la gran cantidad de fenómenos Poltergeist que allí se habían manifestado, cuyo caso fue conocido como La Bruja de Bell. Por cuatro años (1817-1821), una entidad desconocida se manifestaba por medio de sonidos de ultratumba y ruidos similares a peleas de perros. Aquella fuerza desconocida y anómala torturaba física y psicológicamente todas las noches a Betsy, la hija de John Bell.
Por alguna razón, el fenómeno parecía centrarse en la jovencita, por lo que sus padres acudieron a todo tipo de ritual para alejar al ser diabólico que se estaba ensañando con ella. Las cosas fueron tomando un tono más siniestro, ya que no solo atacaba a Betsy sino a los demás miembros de la familia y a uno que otro invitado. Todo señalaba a Kate Batts como la culpable de aquello que estaba pasando.
Chleo, una de las empleadas de los Bell, se dio cuenta que Batts desde hacía un año había estado haciendo brujería con una ropa de John y de Betsy que había desaparecido misteriosamente. En 1821, John Bell muere atacado por aquel fenómeno, volviéndose este caso como el único en el mundo donde un fantasma matara a una persona. Mucho se ha dicho de la veracidad de este caso, ya que luego d aquello, un fenómeno Poltergeist no ha vuelto a provocar una muerte.
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