El Atico

Luego de divorciarse Selena Warner se muda a una casa en el sur de Michigan con su pequeño hijo de 4 años, Gabe. Mientras que ella trabaja su hermana Adrianne cuida del pequeño, y comienza a ser testigo de fenómenos paranormales, al principio Selena no le cree, pero luego comienza ella misma a verlos. Tanto Selena como Adrianne se sienten vigiladas, y ven como las cosas se mueven.

En la habitación de Gabe hay una puerta que va dirigida al ático de la casa. Selena siente cierto temor lo que le provoca dolores de cabeza. Cuando los fenómenos se presentan con más frecuencia tanto Selena como Adrianne, deciden investigar entre los vecinos que es eso que ocurrió en aquella casa. Una de las vecinas les dice que años atrás había muerto un hombre de una sobredosis de drogas y que su familia se había mudado a pocas casas.

Gabe había sufrido de fiebres, pero los médicos que lo habían atendido alegaban que probablemente se trataba de algo psicológico o traumático a causa del divorcio de sus padres. Selena temiendo por la vida de Gabe, decide dejarlo una temporada en casa de su madre mientras que ella y Adrianne buscaban la forma de sacar al espíritu que tanto las molestaba.

Selena y Adrianne habían retratado varias partes de la casa y en los retratos aparecían imágenes de un hombre. Cuando Selena y Adrianne fueron a la casa de los familiares de aquel hombre conocieron a la hija quien les aseguro que la imagen que estaba en la fotografía era su padre. La joven también les aseguro que el espíritu de su padre no les haría ningún daño.

La situación se neutralizo por algunas semanas, pero los fenómenos comenzaban de nuevo a manifestarse de una forma aún más violenta, por lo que Selena comenzó a poner adornos en su casa, pero una noche una fuerza anómala arrojo uno de los adornos, por lo que tanto Selena como Adrianne decidieron acudir a un centro de investigación paranormal.

Los expertos realizaron todo tipo de pruebas, desde detectores de rayo láser, psicofonías hasta psicoimagenes. De todos esos test que realizaron los investigadores hallaron en el ático rastros de lo que pudieran ser dos fantasmas, uno de ellos, triste e inofensivo, y el otro peligroso, malévolo y autoritario, ellos les dijeron a Selena y Adrianne que probablemente no podrían liberarse del espíritu del ático por lo que les aconsejaban que no lo abrieran.


Pocos días después llegaron a la casa la hija del hombre que murió de sobredosis y una espiritista, quien decidió limpiar la casa con agua de sal purificada. Luego de esta ceremonia de limpiamiento les aseguro a Selena y a Adrianne que la casa estaba limpia.
La casa pareció estar en paz por unos días, por lo que Selena sintió la seguridad de poner llevar a su hijo Gabe de regreso, pero el niño volvió a padecer aquellas presencias que se manifestaron terriblemente con el niño. Selena y Adrianne ante el temor de no poder liberarse de ese terrible espíritu del ático deciden salir de la casa definitivamente para no volver jamás.