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jueves, 31 de marzo de 2016

Caso de Anjette Lyles


Anjette cree en la magia negra con tal de conseguir dinero que era lo único que le interesaba. En 1947, en Macon, Georgia, cuando apenas contaba con 21 años contrajo nupcias con Ben Lyles, el dueño de un restaurante que administraba con su madre Julia. Durante los cuatro años que duró su unión, tuvieron dos hijas, Marcia y Carla. Ben tenía derecho al seguro de los veteranos, y Anjette aprovechó para convencerlo de obtener una protección privada. Pronto Ben decide vender el próspero restaurante, lo que llenaría de coraje a su joven esposa. En 1951, Ben cae en cama y comienza a padecer extraños dolores. Los médicos, a falta de alguna substancia venenosa determinan que la muerte de Ben había sido a causa de encefalitis. Hay que aclarar que el arsénico contiene un agente endulcolorante, y eso fue lo que Anjette le dio a ingerir a Ben, un veneno para hormigas que contenía arsénico. En 1955, con el dinero del seguro de vida de su esposo y el dinero de la venta del restaurante, Anjette logra recuperar el negocio familiar, ahora ella es su dueña y logra gran popularidad. 

Un día un atractivo cliente llega al restaurante, se trata de Joseph Gabbert. Joe como todos le decían, era un piloto que media más de 1.80 mts, era todo lo que una joven viuda podría desear. Casi de inmediato Joe se enamoró de Anjette y a los pocos meses se casaron. Joe ignoraba quién era realmente Anjette. Candice DeLong, ex agente del FBI, asegura que Anjette era uña sociopata. Antes de cumplir los 30 años, Anjette Lyles había enviudado 2 veces, el secreto de su mala suerte era el arsénico. Su esposo Ben murió rápidamente luego de vender el restaurante, y su esposo Joseph murió luego de 3 meses de matrimonio, pero en vez de vestir con luto, Anjette luce más animada que nunca. Con el dinero del seguro de vida de Joseph, Anjette se compra una casa nueva, pero surge una complicación, Julia, la madre de Ben, decide mudarse con ella y sus nietas. Anjette descubrió que su suegra tenía mucho dinero en bancos de Atlanta, que sumaban alrededor de unos 40 o 50 mil dólares. Y como lo que a Anjette más le importaba era el dinero, decidió falsificar el testamento de su suegra, pero fue descubierta. 

La gente admiraba la forma como Anjette se desvivía por su suegra, pero nadie sospechaba que era lo que realmente tenía entre manos. Según DeLong, en algún lugar de la mente de Anjette se desarrolló la idea que la única manera de resolver los conflictos familiares era con el asesinato. De todos los envenenamientos de Anjette, habrá uno que será el más terrible. Marcia, la hija de Anjette se convirtió en un accesorio que ya no quería tener, y pronto Marcia también moriría envenenada con arsénico. Este asesinato lo cambiaría todo, ya que una niña que muere de forma repentina resulta muy extraño. De acuerdo con Jaclyn Weldon-White, autora de Whisper to the Black Candle, los médicos de aquella época encontraron explicaciones para las muertes de los dos esposos, pero en el caso de Marcia, era sin duda una niña saludable, lo que hace sospechar a la policia que exigen una autopsia, y en poco tiempo descubren que la pequeña murió por envenenamiento, lo que enciende la alarma en las autoridades. Exhuman los cuerpos de Ben Lyles y de Julia Lyles, y se encuentran con restos de arsénico en sus cuerpos. 

Finalmente la verdad sale a la luz, lejos de ser simplemente una viuda con mala suerte, se trata de una asesina serial impiadosa. Anjette Lyles es declarada culpable de los homicidios y es condenada a muerte, pero hace una apelación por demencia y le diagnostican esquizofrenia paranoide. Anjette se salva de la ejecución, pero debe pasar el resto de su vida en un manicomio. A los 55 años Anjette muere a causa de un infarto. 

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