Es muy común entre los victimarios querer victimizarse para que los pueblos sientan conmiseración de ellos, es lo que estamos viendo en Medio Oriente cuando en muchos medios occidentales se habla de islamofobia como un tipo de histeria irracional en contra de los musulmanes. En el blog www.porisrael.org, en un artículo publicado el 16 de enero del año en curso, el periodista Egor Friedler calificó a la islamofobia como un chantaje cultural, porque el significado de fobia es un miedo irracional, sin fundamento, así es que la islamofobia no existe, porque cualquier odio en contra del islam esta mas que justificado, por todos los atentados por parte de ISIS, HAMA, Hezbollah. Ahora bien, de un tiempo a esta parte el presidente venezolano insiste que hay una campaña de odio en su contra, algo así como una Madurofobia, y pidió a los colombianos y venezolanos que rechacemos esta práctica.
El presidente Nicolás Maduro afirmó que existe una oligarquía mediática de Colombia contra, del suyo y que los medios colombianos tergiversan la información de lo que sucede con el país hermano. ¿Y es que acaso Colombia puede estar indiferente y sorda ante las continuas violaciones a los derechos humanos y la dignidad humana y, a la persecución política, a la violacion de las libertades de los ciudadanos? Si por rechazar tales hechos que van en contra de los paises que proclaman libertades y garantías para los ciudadanos, si por rechazar dictaduras y encarcelamientos que mas bien parecen secuestros nos condenan a los colombianos, y mas aun a las personas, sin importar nuestro lugar de origen, de Madurofobicos...Bendito sea Dios, porque tolerar las represiones seria la peor caída de nosotros como civilización.
En pleno siglo XXI, la Madurofobia es tan justificada como lo es la islamofobia, porque en ambos casos el ser humano es privado de sus libertades, porque se están relegando los derechos humanos, a los que nosotros como seres humanos tenemos derecho porque las Constituciones latinoamericanas así lo dicen. Los derechos humanos son conquistas históricas, por lo tanto deben estar por encima de los poderes políticos, por encima de los intereses personales, por encima de la cabeza de los presidentes por mas invencibles que ellos sea crean. Todos los latinoamericanos debemos padecer de Madurofobia si queremos conservar las libertades occidentales, si queremos que la democracia no sea cosa del pasado sino que sea una constante en nuestra sociedad.
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