Muchas historias han sido relatadas, otras de ellas han quedado enterradas en el olvido y en la profundidad de aquellas memorias que no quieren recordarlas y que se niegan a hacerlas vivir de nuevo. El Pabellón del Enigma es la recopilación de todas aquellas historias que han quedado en el más terrible abandono y que esperan que alguien las vuelva a narrar. Nombres que quizás ya nadie recuerde o que nadie quiera recordar.
sábado, 23 de agosto de 2014
Paréntesis: Propinas: ¿Para el mesero o para los dueños?
Quería aprovechar este espacio de libre expresión para mencionar algo que quizás para los que frecuentamos restaurantes pasa desapercibido. Toda persona que pone un negocio es para sacarle ganancia, incluido quien monta un restaurante. Este último es un negocio sacrificado, tanto para el dueño como para los empleados que en el trabajan. La propina es una recompensa que el cliente le da al mesero, OJO, dije al MESERO, más no al dueño. Sí yo como cliente considero que el mesero se merece la propina independientemente que la comida hubiese estado deliciosa u horrenda, la propina debe quedarse en manos del mesero y no ser parte de la ganancia del dueño. En países como Estados Unidos y Canadá, el mesero recibe su pago, pero todos los días sale con su propina, ya que esta no tiene nada que ver con lo que recibe el negocio. Colombia debe cambiar esa mentalidad de aprovecharse de otros para sacarle más al pastel, y eso incluye ser más justos con las personas que nos sirven. En algunos restaurantes de Barranquilla he tenido la oportunidad de escuchar de boca de los mismos meseros como es que les quitan las propinas y al finalizar la jornada regresan a sus casas con casi nada en los bolsillos. Estas son personas que necesitan de la propina para aportar en sus hogares. Nadie trabaja para admirar la linda cara del jefe.
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