Las historias de chamanes y curanderos han sido tema de gran polémica en muchos países, muchos hablan de trucos, de fraudes que son realizados a base de efectos especiales, y que por supuesto son formas de desafiar las leyes de la ciencia y de la lógica. En Brasil y Filipinas son muy comunes que este tipo de casos se presenten, todos saben de ellos, pero no son tomados en serio. En Brasil este tipo de practicas son conocidas como “La Umbanda Brasileña”, que son realmente sectas en donde acuden personas que han sido desahuciadas por la ciencia medica y que busca con gran desesperación un milagro; y allí están los curanderos en el lugar indicado para hacer gala de su fuerza y de su poder.
Entre esos chamanes o curanderos esta Jose Pedro de Freitas, un humilde curandero carente de estudios y la formación precisa, pero decenas de personas acuden a su consultorio, una antigua iglesia, siguiendo la llamada del milagro. No tienen miedo, no tiemblan ante la presencia de aquel medico armado con su cuchillo oxidado avanza lentamente arrinconandolos contra la pared. Zé Arigó, tuvo un extraño episodio en su infancia, una potente luz, un gran dolor de cabeza y una voz que hablaba con lengua extranjera se le presento como el Dr. Adolph Fritz quien había muerto en 1918. Desde aquel entonces sintió la necesidad de operar a los mas pobres, a los mas necesitados, a los marginados. Jose Pedro de Freitas estaba convencido que era una especie de médium del Dr. Fritz por lo que comenzó a trabajar por su cuenta.
Zé Arigó atendía a personas con toda clase de dolencias y enfermedades, en especial a personas que sufrían de catarata, y como única arma, su cuchillo. En dos ocasiones estuvo en prisión, en 1957, por la practica de medicina sin licencia, y en 1964 por practicar brujería, pero fue liberado a los 7 meses por falta de una denuncia oficial. En la ciudad de Belo Horizonte ubicada en el estado de Minas Gerais, se hospedo en una ocasión en el mismo hotel donde estaba el senador Lucio Bittencourt, a quien le habían diagnosticado un tumor canceroso y viajaría a Estados Unidos para someterse a una cirugía. Sin previo aviso, el curandero, irrumpió en la habitación donde se encontraba el senador Bittencourt, y con una navaja de afeitar como única herramienta para realizarle una incisión en el pecho y retirando el gran tumor. Desde aquella vez la fama de Zé Arigó se multiplico por todo el país.
Abrir la cabeza, extirpar un tumor, seccionar el mal, sin gasas, sin alcohol, sin la mas mínima medida sanitaria, tan solo impulsado por el supuesto espíritu del Dr. Fritz. Los investigadores llegaron a grabar decenas de cintas, documentos que espantaron a muchos...¿Charlatán o elegido por el mas allá? Se habla de un cirujano psíquico, con una capacidad brutal y un poder terapéutico para someter a sus pacientes. Por cada medico que denunciaba a Zé Arigó, habían 20 que lo apoyaban, por lo que fue absuelto por el presidente de Brasil Juscelino Kubitschek durante su gobierno entre 1956 y 1961. En 1971 mientras conducía sufrió un infarto lo que provoco que sufriera un terrible accidente que lo llevo a la muerte.
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