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martes, 31 de mayo de 2016

Mohammed Bijeh: La Hiena

Fue un asesino serial iraní, acusado de haber violado y asesinado a 17 niños (entre 8 y 15 años) y 3 adultos entre marzo y septiembre de 2004. Fue azotado 100 veces y luego fue ejecutado en la horca. Bines  contaba con un complice llamado Ali Baghi quien fue condenado a 15 años de prision. Tanto Bijeh como Baghi trabajaban en una fábrica de ladrillos. 

Bijeh, de 30 años, dice que mató a los niños para vengarse de la sociedad porque de pequeño su madre le pegaba. Por su parte, Ali Baghi, de 24, es un heroinómano que, según dijo, padeció abusos sexuales en su infancia por parte de su padre y otros hombres. Mohamed reconoció que su cómplice no quería ayudarle y que tuvo que amenazarle para lograr su colaboración. 

El periodo de tiempo que estuvieron matando niños varía, según distintos medios de comunicación, entre siete meses y dos años. Pero, en realidad, la condena a pena de muerte de Mohamed deriva de dos delitos de violación. Por los asesinatos sólo le impusieron una pena de tres años de cárcel, ya que algunas familias no solicitaron la pena de muerte a cambio de una compensación económica por parte de la familia del delincuente, posibilidad que contempla la Ley Islámica. 

Mohamed, mejor conocido como la "Hiena" o el "Vampiro del Desierto", abusó sexualmente de sus víctimas y después las mató, envenenándolas, estrangulándolas o arrojandoles una gran roca en la cabeza, para  luego enterrar sus cuerpos en un desierto al sur de Teherán y dejaba un animal muerto sobre la tumba para disimular el olor de los cadáveres. 

La mayoría de las víctimas eran hijos de inmigrantes afganos, que carecían de permiso de residencia y, por lo tanto, eran reticentes a la hora de denunciar la desaparición de los menores. El día 16 de marzo de 2005, se realizo su ejecución pública mediante ahorcamiento en la plaza principal de la ciudad de Pakdasht. 

Alrededor de 3.000 personas se concentraron para contemplar la ejecución de Bijeh, quien fue  esposado un poste, donde recibió primero 100 latigazos, para los que los oficiales de justicia utilizaron cables eléctricos, antes de que fuera brutalmente acuchillado por uno de los familiares de las víctimas que posteriormente fue detenido por la policía.

Bijeh  terminó desplomándose sobre sus rodillas, pero permanció en silencio en todo momento. Finalmente, el acusado fue ejecutado mediante la horca, una práctica habitual en Irán, no sin antes recibir las agresiones de la madre de una de las víctimas y múltiples pedradas de varios asistentes.

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