El comportamiento de los asesinos en serie delata su verdadera personalidad. La vida que llevan, sus obsesiones y aquello que desatan su ira a la hora de cometer sus crímenes. Normalmente los seres humanos comunes no notamos estos detalles vitales, y resultamos vulnerables a estos terribles depredadores.
Corría el año 1915, en un pequeño y tranquilo pueblo hugaro, aparece en una casa abandonada un monton de barriles metalicos de gasolina, pero vienen con una sorpresa, cada uno de ellos conteniael cadáver de una mujer conservado en alcohol.
En apariencia Bela Kiss parecia una persona encantadora y simpatico. Bela era querido y respetado por los vecino de su y alguien que ofreció sus bienes a la comunidad si en algún momento podían ayudar a superar determinadas crisis. Pero los vecinos de Czinkota no sabían quien era realmente Bela, hasta que descubrieron demasiado tarde que Bela Kiss era uno de los asesinos en serie mas activos de Hungría.Bela y su esposa María, una joven quince años menor que él. Pronto, la pareja se ganaría el cariño y la simpatía de todos sus vecinos por su carácter conciliador. Bela era poco hablador y reservado, pero atento e inspiraba confianza. Pronto Bela y María se instalaron en su nueva casa, contrataron dos sirvientes para realizar las tareas domesticas.
La mayor parte del tiempo Bela permanecía fuera de casa, ocupado atendiendo sus negocios, de los que no hablaba, por lo que nadie sabia de que se trataban. Maria se la pasaba sola estos periodos de tiempo en los que su esposo estaba trabajando, hasta que conoció a Paul Bikari, un joven artista de la localidad, con quien comenzó a intimar hasta convertirse en su amante, provocando las criticas de la población, quienes consideraban increíble que una joven tan simpatica traicionaba a su marido.
Pasaba el tiempo, y la indignación popular aumentaba. ¿Cómo iban a dejar pasar semejante infidelidad?
Así que, un día, en una junta popular, se decidió que el marido despechado debía de conocer como era realmente su mujer, y un grupo de hombres del pueblo esperó a Bela a su regreso a casa, para mostrarle la grave falta.Sin embargo, al verles Bela hizo algo que no acostumbraba a hacer: les saludó con deferencia y les sonrió, un acto que no solía realizar y que era bastante extraño. Esto compadeció a los hombres, que no se atrevieron a decírselo.
Entró en su casa y desde fuera, le oyeron llorar desconsoladamente. Alarmados, entraron y se lo encontraron en el salón agarrando entre sus manos una carta. Se trataba de la carta de María, que le anunciaba que se iba en compañía de Paul, y que no quería que la buscara ni que supiera más de ella.
Sumergido en una grave depresión, su carácter se volvió más torvo y huraño. Dejó de relacionarse con sus vecinos, que pese a todo le tenían en muy alta estima. Entonces contrató a un ama de llaves que le ayudara con la casa y continuo con su vida de viajes. De un momento para otro, la casa volvió a ser escenario de risas femeninas y de relaciones romanticas. Bela ahora llegaba acompañado por jóvenes, que pasaban una o dos noches con él y al parecer, partían sin haber conseguido encandilar al maduro abandonado.
La gente de Czinkota se preocupaba, en especial su ama de llaves. Esperaban que alguna de estas muchachas consiguiera hacerle olvidar a María y darle una vida feliz. Pronto comenzó la I Guerra Mundial, y las noticias trágicas corrian por toda Europa, y el pequeño pueblo también, porque las informaciones eran preocupantes.
Bela se encargo de guardar en el sótano de su casa suficiente gasolina para cualquier emergencia. Pronto la guerra se convirtió en una realidad, y Bela fue alistado en el ejército, aunque trato de librarse de esto alegando que padecía una seria enfermedad cardiaca que le impediría luchar. Al poco tiempo fue anunciada la muerte en combate de Bela.
Pronto los vecinos entraron en el sótano de la casa de Bela, donde abrieron uno de los treinta bidones que contenían la gasolina que Kiss había guardado tiempo atrás, pero el resto de los bidones estaban llenos de alcohol, una sustancia que Bela había estado utilizando para conservar uno de los cadáveres de las jóvenes que había matado, una a una tras pasar dos o tres noches con ellas. Entre los cadáveres hallados estaban los de María y Paul.
La conmoción cayó sobre los habitantes del pueblo que tanto habían querido a Bela, y pocos se querían creer lo ocurrido. Pero era terriblemente cierto. Un individuo indentificado como Hoffman, acusado del presunto asesinato de muchachas en el pueblo húngaro era en realidad Kiss, y sus víctimas eran ejecutadas en la tranquila población.
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