Existen muchas respuestas, podríamos dar muchas explicaciones del porque una mujer se atreve a asesinar a su pareja. Lo difícil es entender porque acude a formas tan grotescas de cometer su crimen, quizás se trate de una venganza o algo mas macabro aún, un ritual de sangre que indudablemente pasara a la historia como uno de los muchos casos de esposas asesinas.
Pero es necesario remontarnos a la madrugada del 29 de febrero de 2000, cuando Katherine Knight luego de hacer el amor con John Price, su compañero sentimental, apuñalo a su amante varias veces antes de que él intentara huir de su inevitable final. Lo que siguió a ello fue un autentico ritual de muerte. Knight tenía gran habilidad para los cuchillos, puesto que había trabajado por años en un matadero local había ganado suficiente experiencia como para saber manejar a la perfección el arma blanca.
Hoy Katherine Knight, es una recatada reclusa que lleva un crucifijo de plata colgado del cuello. El móvil de semejante carnicería sigue siendo hoy un misterio. Existe la teoría que Price pensaba abandonarla y ella decidió impedírselo a como diera lugar. Knight tenía antecedentes psiquiátricos, aunque los informes médicos aseguran que ella se encontraba lucida al momento de perpetrar aquel dantesco crimen.
Katherine Knight era una celosa compulsiva que despertó a Price una mañana con un cuchillo en la gargante: “¿Ves lo fácil que puede llegar a ser que te mate?”, antes de interrogarle por su fidelidad. El abogado, John Stratton, alegó en el juicio que Katherine Knight había mutilado a su pareja estando este ya muerto, dando a entender que no podía haberlo troceado cuando aún estaba vivo. Aún hoy, el tribunal esta considerando reducirle la pena o no.
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