De repente de entre unos arbustos aparece un grupo de hombres con oscuras intenciones, el grupo acorrala a la chica y mientras la increpan y golpean la empiezan a toquetear, la chica asustada implora por su vida y les pide entre lágrimas que la dejen marchar, es virgen y no quiere tener una experiencia tan traumática como primera vez.
Los hombres entonces le ofrecen una alternativa a la violación, “la sonrisa del payaso”, la chica debe elegir entre ser violada o que le hagan la sonrisa del payaso. La chica que no sabe que es, prefiere cualquier cosa a perder su virginidad violada por un grupo de violentos y elige la “sonrisa”. Sin mediar palabra uno de ellos saca su navaja y le corta desde la comisura de los labios hasta las orejas, dejando su boca y cara totalmente deformada y una horrible cicatriz para toda la vida que asemeja la horripilante sonrisa de un payaso.
De esta misma leyenda existen otras versiones como la de la puñalada o la patada. Las personas asustadas al ver la navaja prefieren recibir una patada. Lo que no saben es que antes de recibir la patada les hacen morder un bordillo de la acera y al patearles la nuca les parten todos los dientes. En la tercera versión de la leyenda el ofrecimiento es entre puñalada o pellizco, quien prefiere el pellizco tiene que aguantar la tortura de que le arranquen los pezones de un pellizco usando unos alicates.
Mi padre era un borracho que golpeaba a mi madre. Un día me tomó de la quijada y me dijo "Te ves muy triste, haré que tengas una sonrisa". Tomó un cuchillo y destrozó mis mejillas, para que tuviera siempre, aunque sea en cicatriz, una sonrisa en mi rostro.
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